CARTAGENA. La Autoridad Portuaria de Cartagena (APC) ha puesto en marcha un proyecto para la reparación y mejora del acceso al Faro de Cabo Tiñoso, una instalación de gran relevancia para la seguridad marítima y el control del tráfico en aguas territoriales. Este proyecto, que ha sido sacado a licitación con un presupuesto cercano a los 400.000 euros, busca restaurar y proteger un vial esencial que quedó seriamente dañado tras un desprendimiento de rocas en febrero de 2023.
El Faro de Cabo Tiñoso, situado a 136 metros sobre el nivel del mar, es un monumento histórico que ha guiado a los navegantes desde su inauguración en 1859. Este faro, catalogado de primer orden, fue el segundo en entrar en servicio en la costa de Cartagena, después del Faro de Podaderas. En sus inicios, estaba equipado con una lámpara de aceite de oliva y un aparato óptico de luz fija, lo que lo convertía en un referente para la navegación en la Región.
En 1913, el faro fue modernizado con un sistema de incandescencia por vapor de petróleo a presión, y más tarde, se incorporó un equipo de pantallas giratorias que le otorgaba una característica de ocultaciones. Arquitectónicamente, el faro consta de una torre cilíndrica blanca, con un foco luminoso situado a 146 metros sobre el nivel del mar, que se erige sobre la habitación de los torreros. Durante la Guerra Civil Española, el servicio del faro fue temporalmente suspendido para evitar que sirviera de guía a los bombardeos. Al finalizar el conflicto, se realizó un proyecto de reparación para restaurar los daños causados por la ocupación militar.
El deterioro del acceso al faro se hizo evidente en febrero de 2023, cuando personal de la APC descubrió que un tramo del muro de contención, de seis metros de altura, había colapsado. Esta rotura dejó intransitable gran parte del camino, reduciendo su anchura útil a solo 2,49 metros, lo que imposibilitaba el paso seguro de vehículos. Además, se observaron desprendimientos de piedras a lo largo del recorrido, incluyendo daños a mojones de delimitación, causados probablemente por rocas que se desprendieron desde la ladera derecha del monte adyacente. El macizo rocoso de esta área, compuesto por materiales calizos muy fracturados, presentó un alto grado de inestabilidad.
Durante una visita técnica, se constató que la sección útil del vial se redujo a 3,07 metros, pero con una zona estable de solo 2,49 metros debido a una fisura en el firme. Además, el muro de contención mostró signos de inestabilidad, con una pérdida de alineación y un combado hacia el exterior.
Para comprender mejor la magnitud del problema, se decidió realizar un vuelo con dron, que reveló la presencia de un gran bloque rocoso inestable, ubicado a 32 metros sobre la vertical de la zona afectada, que probablemente provocó el desmoronamiento del muro. Se identificaron otros bloques inestables en la misma área, lo que sugiere que futuros desprendimientos no pueden ser descartados.
Ante la gravedad de la situación, la APC ha definido un plan de intervención dividido en cinco fases, destinado a asegurar el acceso y prevenir futuros incidentes:
1. Fase 0: Cumplimentación de Requisitos Ambientales y Obtención de Permisos
Debido a la alta importancia ecológica del área circundante, se requerirán autorizaciones ambientales antes de iniciar las obras.
2. Fase 1: Preparación y Acondicionamiento
Se acondicionarán las zonas para el acopio de materiales y maquinaria necesarios para la obra, y se retirarán los materiales resultantes de la demolición.
3. Fase 2: Medidas de Protección contra Desprendimientos
Se instalarán barreras dinámicas y se sanearán las piedras de gran tamaño que se encuentren inestables, para evitar nuevos desprendimientos.
4. Fase 3: Reconstrucción del Muro de Contención y Reparación del Vial
La solución técnica elegida implica la reconstrucción del muro utilizando escollera careada, un método que permite mantener la mayor verticalidad posible del muro, optimizando así la sección útil del vial. Esta opción se considera la más adecuada tanto desde un punto de vista técnico como estético.
5. Fase 4: Limpieza y Restablecimiento del Entorno
Finalmente, se realizará una limpieza general de los restos de obra, dejando las zonas intervenidas en su estado original.
El mantenimiento y la reparación del acceso al Faro de Cabo Tiñoso son esenciales debido a su operatividad continua (24 horas al día, 365 días al año) en caso de emergencias, como salvamento de vidas humanas, control de tráfico marítimo, o lucha contra la contaminación marina. El faro y sus instalaciones son cruciales para la seguridad en la navegación y el control migratorio irregular en la región.