El restaurante del Club Nautico Santa Lucía ha echado el cierre de forma provisional. Los actuales propietarios han decidido no continuar con el negocio hostelero que abría sus puertas a mediados de la década de los noventa y pone, es esta manera, fin a una dilatada trayectoria en el puerto de Santa Lucía.
Los dirigentes del Club Náutico Santa Lucía, al que pertenece este espacio donde estaba ubicado el restaurante, volverán a sacar la concesión del negocio en próximas fechas, aunque desde el propio club afirman que, a día de hoy, se encuentra parado y a falta de una reunión de la directiva para decidir los términos del nuevo contrato que saldrá a licitación.
La realidad, por tanto a día de hoy, es que Cartagena se queda sin uno de los establecimientos junto al mar más castizos de los últimos tiempos, ya que se había convertido en un auténtico referente en productos frescos llegados de los barcos de la Cofradía de Pescadores.
Los ya expropietarios del club se han despedido en las redes sociales, explicando que "después de 35 años, ha llegado el momento de decir adiós", a lo que añadían que a partir de hoy lunes “el restaurante cerrará sus puertas", y recuerdan que “nos llevamos cada sonrisa y cada brindis. Nos despedimos con el corazón lleno de gratitud, hacia nuestros clientes, amigos y equipo. ¡Gracias por ser parte de nuestra historia! Hasta siempre".
El cierre del restaurante del Club Náutico Santa Lucía ha generado una ola de reacciones en redes sociales, donde clientes y vecinos han expresado su sorpresa y tristeza por la desaparición de un establecimiento que formaba parte del paisaje gastronómico de Cartagena.
Muchos han lamentado la pérdida de un lugar "emblemático" y "único", destacando que cualquier ciudad costera envidiaría un enclave así junto al mar. Otros han recordado con nostalgia los momentos vividos en el restaurante, calificándolo como su "favorito" y resaltando la calidad de sus productos, especialmente los pescados frescos de la Cofradía.
También han abundado los mensajes de agradecimiento hacia el equipo que ha gestionado el local durante décadas, deseándoles suerte en sus nuevos caminos.
La noticia ha sorprendido incluso a clientes habituales, que no entienden el motivo del cierre, ya que aseguran que siempre veían el local con gran afluencia de público. Otros han preguntado si existe la posibilidad de que el negocio se traspase para que alguien pueda continuar con su legado.