MURCIA (EFE). Las personas de edad avanzada que se contagian de coronavirus sufren cambios significativos en su microbiota nasofaríngea cuando se trata de un caso grave de la enfermedad, por lo que esos microorganismos pueden usarse como marcadores para determinar el grado de gravedad de la enfermedad.
Así se desprende de un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Murcia (UMU) y el Instituto Murciano de Investigación Biosanitaria (IMIB) para identificar los cambios significativos en la microbiota nasofaríngea de pacientes con COVID-19.
Los investigadores han podido comprobar que la diversidad bacteriana de esa microbiota disminuye en pacientes con formas graves de la enfermedad, especialmente en los casos en los que estos son mayores de 60 años.
Estas alteraciones, señalan los investigadores, pueden funcionar como biomarcadores para identificar a los pacientes más vulnerables y que tienen posibilidades de sufrir formas más graves de coronavirus.
De esa manera, podrían someterse a una mejor vigilancia y monitorización para tratar de prevenir los posibles casos más graves.
El hallazgo abre la puerta también a nuevas vías de investigación para desarrollar estrategias terapéuticas dirigidas a modular la microbiota nasofaríngea y mejorar así el pronóstico de los pacientes más afectados por el virus.
La investigación, recientemente publicada en la revista “iScience”, ha contado también con la participación de investigadores del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Raras (CIBERER), y de los hospitales Virgen de la Arrixaca de Murcia y de La Vega Lorenzo Guirao de Cieza.