MURCIA. Metáforas que hablan de la libertad y del sentido de pertenencia que ofrece la Naturaleza. Con mayúscula. Y que llevan a escuchar notas musicales, el viento entre los árboles, el crujir de la paja, los latidos de la tierra… La exposición 'Sensaciones, somos Naturaleza', de las artista cartagenera Margarita Ariza Copado, envuelve con poesía y simbología una puesta en valor del medio natural como reivindicación de la esencia del ser humano, de su libertad, y como denuncia de la ceguera del hombre actual ante su vulnerabilidad. Ejemplo de ello es Mar Menor, corazón herido, una de las piezas de esta muestra que se puede visitar en el Palacio Consistorial de Cartagena hasta el 1 de marzo.
Tierra, piedras, maderas (troncos y ramas), paja y telas y otros objetos son utilizados por la artista en las cuatro instalaciones, cinco esculturas y una mesa-vitrina con imágenes que conforman esta muestra, que busca una toma de conciencia a través de la evocación de sensaciones, con imágenes relacionadas con los sentidos (el oído, la vista, el gusto,…) y con ciertas dosis de surrealismo.
La comisaria, crítica, gestora cultural y profesora de la UMU Isabel Tejeda Martín se encarga, en el prólogo del catálogo, de desentrañar el universo visual de la obra de la artista cartagenera, de la que destaca su lenguaje metafórico, “no exento de un fino sentido del humor nada hiriente”, y “su denuncia de nuestro papel, a veces devastador, a veces pasivo, ante una Naturaleza que llevamos siglos explotando hasta la masacre, ejemplo de lo cual es sin duda el genocidio animal que ha sufrido el Mar Menor", apelando al espectador y despertando en él una reflexión. Tejada señala, no obstante, que en este trabajo impera una “sensación de optimismo”, de “confianza en el ser humano”, que emana del cuidado que la autora ha tenido en la elección de los materiales, primordialmente naturales”, “del amor con que los ha trabajado” y “del mimo puesto en la elección de los mismos”.
Con la instalación Cielo en el suelo, Margarita Ariza Copado ha querido rendir un homenaje a Anna Atkins, una botánica británica nacida en el siglo XVIII, considerada la primera fotógrafa mujer. Fue además, la primera persona que publicó un libro ilustrado exclusivamente con fotografías (en 1843). Isabel Tejada explica que fueron imágenes de algas británicas obtenidas por el procedimiento fotográfico de la cianotipia, en las que se aunaban “ciencia, naturaleza y manifestación creativa” de “una pionera que no permitió que se la encerrara en la esfera privada en la que la sociedad victoriana recluía a las mujeres”. Aunque sólo publicó tres ejemplares de su libro, el tiempo se ha encargado de reconocer su trabajo.
Cielo en el suelo está formado con 19 troncos de pino, chopo, olmo y arce cortados a bisel, colocados en dos círculos concéntricos. En cada una de las caras cortadas, en las que se deja al descubierto la edad de cada árbol, Ariza Copado ha realizado impresiones con la técnica de la cianotipia de distintas flores y hierbas. Sobre este bosque, sobrevuelan baquetas con sus puntas pintadas en azul de Prusia.
“La música, como algo nacido de los sonidos de la Naturaleza, está presente en una de las obras de mayor tamaño de este proyecto: Ñam-Ñam. El carnaval de los animales", introduce Tejeda, quien explica que el título hace referencia a la suite del músico francés Camille Saint-Saëns Le Carnaval des animaux. En esta pieza, un pentagrama gigante recrea un fragmento de la obra musical, en la que en vez de notas hay cucharas de madera que llevan impresas fragmentos del cuerpo humano que representan los sentidos: ojos, nariz, boca, oído, dedos. “Las partes de nuestra anatomía a través de las cuales nos comunicamos con el entorno”, señala la experta.
Una línea conceptual que la artista continua en Degustando placeres, en la que una gran lengua de madera que surge de la pared prueba los sabores de varios cubos que contienen en cada en una de sus caras paisajes en cianotipia. “Porque el placer es poliédrico”, apunta Isabel Tejeda.
Ariza Copado también expone unas esculturas en resina transparente obtenidas de los moldes de los pies y la mano de un corredor ciego, resina que contiene algunos elementos extraídos del hábitat del Llano del Beal. O cubre de césped y abetos unas mecedoras de madera antiguas (En el bosque. El Renacer de los sentidos), entre otras piezas expuestas.
Margarita Ariza Copado (Cartagena, 1964), quien actualmente vive en Madrid, siente una especial satisfacción por mostrar este trabajo en su tierra natal. Esta artista se mueve en distintas disciplinas artísticas: la ilustración, los títeres, la escenografía teatral…, siendo la escultura donde siente su voz más propia. En el inicio de su trayectoria formó parte del grupo valenciano de creación artística P.M.A. 900 kg y obtuvo una beca del IMPIVA que le permitió participar en diversas Ferias Internacionales de Diseño.
Trabaja con tres galerías, Postpost, My name's Lolita Art y La Zua, entre Valencia y Madrid. Participó en la Expo 92, en el Pabellón de Murcia, y en varias Ferias Internacionales de Arte (ARCO 1990, 91, 95, 96 y 98). En la actualidad realiza diversas creaciones en el ámbito de la ilustración, los títeres y la escenografía teatral, para la compañía Viento Azul, actividad que alterna con la creación de esculturas e instalaciones.
La muestra se puede visitar de lunes a viernes de 10.00 a 13.30 y de 17.00 a 19.00 horas, los sábados de 10.00 a 13.30 y de 17.00 a 20.00 horas; y domingos y festivos de 10.00 a 13.30 hora (lunes cerrado, excepto cuando hay cruceros).