¿Quedará algo en pie cuando echemos a Atila Sánchez? A lomos de su caballo Isidoro, el presidente galopa por todo el país destruyendo lo que encuentra a su paso. Pero el animal, exhausto de tanta correría, es inocente. Hay que crear un fondo para rescatarlo del jinete pálido
Tenía que llegar y ha llegado, pero la puesta en escena es al menos confusa. El rey Juan Carlos se resiste a que le manden, pero no debe perder la perspectiva de que su hijo es el jefe del Estado y bastante tiene con mantener la institución. Otros, en este caso el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, colma de loas y parabienes a un dictador como el emir de Qatar, pero es que el gas es el gas.