Vivimos tiempos trepidantes. Apenas hay un respiro. A la lucha del día a día se une una geopolítica intensa, marcada especialmente por el imprevisible rumbo de Donald Trump, que cada día sorprende con un anuncio, a cada cual más insólito. No es la única tensión. Los conflictos (Ucrania – Rusia; Israel – Palestina) tienen sus secuelas, las decisiones de los Gobiernos trastocan los planes de los ciudadanos… Todo influye: los cambios alteran los mercados y las economías, y las réplicas llegan a todos, desde las principales empresas hasta las pymes más humildes. Con todos esos obstáculos en la mochila, los empresarios levantan la persiana cada mañana y dan lo mejor de sí mismos para sacar adelante sus negocios, que en su caso equivalen a sus vidas.

Por ese motivo, en esta segunda edición de la revista empresarial Tierra de Empresas, que presentamos el pasado miércoles en nuestro evento celebrado en el auditorio Víctor Villegas, hemos querido reunir a las principales voces del tejido empresarial de la Región de Murcia, cada una en sus respectivos ámbitos, para, fundamentalmente, escucharlas: para conocer su realidad, sus preocupaciones, sus previsiones de resultados y sus proyectos. También para conocer sus demandas y sus reivindicaciones. Porque si una cualidad distingue a la Región de Murcia es su fortaleza como tierra de empresas. Y esta publicación, elaborada por el equipo de Murcia Plaza con dedicación y también -por qué no reconocerlo- cariño, no tiene más fin que reflejar el latido del mundo empresarial, con sus empresarios y sus trabajadores.

La economía, que diría aquel, parece que va bien. Valga un ejemplo: la Región de Murcia cerró el 2024 creciendo al 4,5% del PIB, el dato más alto de toda España, cuya media fue del 3,5%. Valga otro ejemplo: el empleo vive su mejor momento desde los instantes previos a la feroz crisis de 2008. Pero sería imprudente quedarse en esas dos fotografías, tan reales como incompletas. Verbigracia: la renta de la Región de Murcia, aun mejorando, continúa en el furgón de cola del país. Siempre lo digo: la macroeconomía puede dictar el rumbo del mundo, pero es la micro quien impulsa realmente a las personas.

Los aranceles han sido el mayor desafío de este año. El tsunami de Trump ha arrastrado a un sinfín de países, y también a la Región de Murcia. Pero ante las amenazas, la anticipación y la planificación son dos antídotos potentes. El escenario aún es incierto, habida cuenta de que las tarifas empezaron a aplicarse en verano. Los primeros termómetros no auguran un descenso brusco, pero hay que seguir atentos y vigilantes.

¿Qué más tiene que pasar para asumir que la vivienda es un problema de Estado?

 

La otra gran cuestión -no de este año, sino de los últimos tiempos- es la vivienda. En la última década, el precio de un inmueble se ha desbocado un 72% en nuestro país, según las cifras de Eurostat. Pero no sólo ello. El coste del alquiler también se ha disparado, especialmente en las grandes ciudades. Solamente el 21% de los jóvenes murcianos (con edades comprendidas entre los 18 y los 34 años) son propietarios de un hogar, según el último estudio sobre la juventud elaborado por el Consejo Económico y Social (CES). Los sondeos ya advierten de que es la principal preocupación del país, pero falta reacción. ¿Qué más tiene que pasar para asumir que estamos ante un problema de Estado?

Ante estos tiempos cambiantes, el reto es aún mayor para el periodismo, que debe responder con rigor, separando el ruido para priorizar el foco en los aspectos importantes. A esa labor nos entregamos en Murcia Plaza, con un equipo redaccional, comercial y administrativo que se deja la piel cada día. A todos ustedes: lectores y anunciantes, muchas gracias por su confianza.