MURCIA. El color irrumpe en forma de hilo y puntadas sobre los delicados cuerpos femeninos en blanco y negro, como una herida abierta, pero también para acentuar otras emociones. La artista mazarronera Helena Lardín (1989) expone My own nature. Bordando emociones en la sala Ámbito Cultural de El Corte Inglés de la Gran Vía de Murcia, donde muestra este original trabajo que parte de unas fotografías en blanco y negro de su autoría, que traslada a un tejido especial sobre el que posteriormente lleva a cabo unos coloristas bordados, fusionando así fotografía, ilustración y bordado artístico.
Estas creaciones de la multidisciplinar artista -que se pueden contemplar hasta el 20 de febrero- son, según sus propias palabras, "un reflejo de mi sensibilidad como artista en las artes en las que me he formado o he trabajado. Mis obras parten de mi visión como artista plástica, un compendio de mis capacidades expresivas y técnicas, como ilustradora, fotógrafa y bordadora, expresándome a misma, mi propia naturaleza".
A través, principalmente, de personajes femeninos, Lardín representa a través de la fotografía, el lirismo y la retórica sentimientos básicos como la ira, el miedo, el dolor, la impaciencia o la melancolía. "Como autora de mis obras pretendo transmitir mi lado sensible como artista plástica, mostrando una obra original y personal. El bordado ha sido y es una herramienta narrativa, no solo un elemento decorativo de un vestuario o adornos del hogar".
Al respecto, añade que "la connotación opresiva que puede tener el bordado, pasa a ser una fuente de satisfacción creativa con la que se expresan los propios sentimientos, ideas e historias. Es el mismo concepto que puede tener cualquier actividad artística; puede ser una mera decoración, una forma de entretener a las personas o un modo de expresión".
La artista mazarronera también señala que para ella "la fotografía es el arte de plasmar las imágenes como una forma de captar y transmitir las esencias de todo aquello que me rodea, la ilustración me hace interpretar cada contorno, en cada línea de cada color y el bordado es una manera de añadir fuerza, realismo y armonía".
Así, cada una de las piezas cuenta con un estilo metafórico, con elementos simólicos de la naturaleza que funcionan como compendios simbólicos de esas emociones. A partir de todo ese conjunto de elementos nace la idea de convertir tres importantes herramientas creativas (fotografía, ilustración y bordado) en uno solo elemento artístico.
Las fotografías editadas en blanco y negro, están transferidas sobre un tejido especial, mientras que los demás elementos de la naturaleza, van bordados a color independientemente. En cuanto al aspecto estético, las fotografías en blanco y negro, consiguen que ganen mayor protagonismo en las figuras femeninas, resaltando su delicadeza e intimidad. Posteriormente sobre la pieza y a modo de ilustración artesanal, se bordan las creaciones en su segunda fase, las cuales originan el concepto y la obra final. Las ilustraciones bordadas consiguen dar la sensación de movimientos y dinamismo, pero ante todo hacen que en cada una de las piezas predomine más realismo y sean auténticas.
Helena Lardín se formó como Técnico Superior de Fotografía Artística e Ilustración en la Escuela de Arte de Murcia. A raíz de la presentación de su Proyecto Final de ilustración en 2018, se alzó con el Primer Premio en la categoría de Artes Plásticas en el Certamen CreaMurcia 2019, con dos obras de dicho proyecto. Su estilo no solo está centrado en la mirada profunda de las emociones humanas, sino en la captación del instante; transmitiendo conceptos abstractos y fuertes como el feminismo y la feminidad, el cuerpo, la aceptación, las emociones y la naturaleza.