MURCIA. ¿Cómo se puede avanzar si incluso entre los propios partidos hay diferencias? La reforma de la financiación autonómica parece condenada a quedarse arrinconada en el cajón de los grandes asuntos sin resolver. El cambio del modelo, demandado desde 2014 y que tanto perjudica a territorios como la Región de Murcia y la Comunidad Valenciana, continuará atascado, debido a que ni el Gobierno ni la oposición, liderada ahora por Alberto Núñez Feijóo, se ponen de acuerdo para fijar una posición común, según informaba El País este lunes.
Pero, por si fuera poco, esta dificultad para un gran pacto se complica aún más por las diferencias de posiciones entre las propias formaciones políticas, que varían en función del territorio en el que convivan. Así, no manejan la misma postura autonomías socialistas como Aragón, Asturias y La Mancha que la también socialista Comunidad Valenciana. Y de igual modo sucede en el PP: el propio Feijóo encabezaba como barón de Galicia el denominado G-8, un grupo de autonomías del PSOE, PP y PRC (Aragón, Asturias, Castilla-La Mancha, Extremadura, La Rioja, Castilla y León, Galicia y Cantabria) que reclaman cambiar los criterios de reparto frente a quienes piden priorizar el número de habitantes. La Región no está precisamente en ese bloque del gallego, ya que es partidaria, al igual que Andalucía, de que se tenga en cuenta el criterio de la población para distribuir el dinero público.
Así lo volvió a exponer este lunes el presidente murciano, Fernando López Miras, aunque, eso sí, sin mencionar explícitamente a Feijóo. "Aquí no hay partidos, aquí hay que defender a los españoles por igual", exhortó López Miras, quien pidió "no hablar" de criterios partidistas. "Yo sólo puedo hablar por la Región, que es a quien me debo. Y la Región va a defender un criterio de justicia, equidad e igualdad, para que todos los españoles reciban lo mismo por su sanidad, su educación y sus servicios sociales", señaló ante las preguntas de los periodistas sobre la posición de su partido con Feijóo al frente.
El presidente murciano eludió referirse al líder del PP nacional ni tampoco mencionó expresamente su preferencia por el reparto poblacional, pero a nadie se le escapa que esa siempre ha sido la propuesta de la Región, que históricamente se ha sentido agraviada por el actual modelo, que data de 2009. "Yo soy el primero que va a defender a los ciudadanos de la Región de Murcia en igualdad de condiciones con el resto de españoles. A mí lo que me importa es la Región de Murcia: justicia, igualdad y equidad", insistió Miras.
El PP, por tanto, tiene que dirimir las diferentes posturas de sus líderes autonómicos y conjugar sus peticiones. López Miras no está solo en Génova con esta reclamación. No en vano, el nuevo vicesecretario de Economía de Feijóo es un consejero andaluz, Juan Bravo, firme defensor de tener en cuenta a la población. Por ello desde el PP públicamente prefieren pasar la pelota del entuerto al Gobierno central. Sin embargo, desde el Ejecutivo nacional no esconden la dificultad de consensuar un nuevo modelo de financiación autonómica, aunque no se descarta que se consiga sellar antes de que acabe la legislatura.
Cabe recordar que el sistema actual hace que un murciano reciba 2.323 euros mientras que Cantabria obtiene 3.141 euros por habitante y La Rioja, 2.994 euros por persona. Sólo Valencia se encuentra en peores condiciones que Murcia, pues recibe 2.309 euros por habitante. En septiembre, el presidente de la Región dio más cifras de lo que pierde la Región al año: dos millones cada día. "Son casi 800 millones de euros menos al año". A juicio de Miras, estas cifras, traducidas "en un lenguaje sencillo", supondrían: 140 centros de salud, 235 colegios, 150 institutos, 100 kilómetros de carreteras, 33.000 plazas de residencias... "Todo eso lo dejamos de recibir en la Región desde 2009", afirmó.