Foto: Ayto de CartagenaCARTAGENA. "A mí lo que realmente me emociona es una buena foto sacada en la calle; el haber sido capaz en una décima de segundo de crear un mundo y que la gente ni se haya enterado. Y después llevarme ese tesoro a mi casa", explica el fotografo cartagenero Juan Manuel Díaz Burgos (1951), quien este viernes recibirá el galardón de Artes Plásticas de los Premios de la Cultura de Cartagena. El fotógrafo -uno de los más relevantes del país, distinguido con numerosos reconocimientos nacionales e internacionales- asegura a Murcia Plaza que los premios siempre se agradecen y "más si son en la tierra de uno".
Que Díaz Burgos tenga esa habilidad para captar "momentos mágicos" cargados de emoción y humanidad puede que tenga algo que ver con que fueron los Reyes Magos los que, cuando tenía unos 12 años, le trajeron su primera cámara: "una Kodak Retínette, que aún conservo con mucho cariño" (el estuche se lo robaron en un descuido, recuerda). Con ese presente de Sus Majestades de Oriente, ya desde muy joven, desarolló esa mirada especial de fotógrafo que, en su caso, le vino por el cine. "Recuerdo ir con mi abuela al Cine Central y ver en la pantalla una imagen bucólica de un parque que se detenía para mí". También fueron "culpables" de su amor y pasión por la fotografía aquellos escaparates de establecimientos como el de José Casaú en la calle Mayor, ante los que obligaba a sus padres a detenerse cuando salían de paseo.
El fotógrafos comenta que fue dando pasos en el mundo de la fotografía "hasta que esta te atrapa de la manera que lo ha hecho conmigo". Porque para Díaz Burgos "la fotografía no solo es cómplice de mi trabajo, lo es también de mi vida. Es una pasión". Se define como "un fotógrafo humanista". Y lo explica: "Yo no sé hacer fotos si no es con el hombre, amparándome en el ser humano o con motivo de él. Incluso hago fotografías en las que no se ve al hombre, pero sí su huella. Si los problemas que ocasiona el ser humano no estuvieran en mi calendario, no sería fotógrafo. Yo me emociono con el hombre".
Si tuviera que elegir diez imágenes de las miles que ha realizado, señala que entre ellas estaría sin duda 'El niño de la maleta' (1993), que fue elegida por Acción Cultural Española y el Centro Cultural de España en Miami como una de las '50 Fotografías con Historia' (un recorrido por los últimos ochenta años de esta disciplina en España).
El fotógrafo - quien durante su trayectoria profesional ha vivido un romance con Latinoamérica, especialmente con Cuba y República Dominicana- tomó esta imagen en 1993 en Haití, siguiendo con su cámara a este pequeño, de nombre Enó, mientras caminaba desnudo con una maleta por el camino que le llevaba al batey (un emprobecido conjunto de casas donde antiguamente se trabajaba el azúcar). Díaz Burgos recuerda que cuando regresó en 2014 a "este espacio mágico", un joven dijo acordarse de él, de cuando los fotografiaba de niños y les llevaba juguetes. También se acordaba de la foto a Enó, de cómo el forastero salió corriendo para captar la imagen y de cómo el pequeño se volvió y miró al fotógrafo cuando oyó el segundo click. Durante aquel encuentro tan emocionante, Díaz Burgos recibió noticias de aquel niño de la maleta: se encontraba en aquellos momentos preso. "Es terrible que en el mundo que vivimos haya gente marcada por la desgracia, con un sino puesto", reflexiona.
Pero ahí está también "la grandeza de la fotografía, cuando te metes a trabajar en sitios donde tiene que tener una carga de humanidad muy grande", apunta el autor de esta imagen conmovedora; de esas pocas que "dan un pellizo en el corazón" cuando la contemplas.
Juan Manuel Díaz Burgos tiene mucho trabajo por hacer, con proyectos por delante que le ilusionan especialmente. En primer lugar, el 17 de marzo inaugura en el Palacio Consistorial de Cartagena la exposición Diálogos con mi abuelo, comisariada por Juan María Rodriguez, en la que el fotógrafo cogerá de la mano a un abuelo que nunca conoció para dar un paseo por su vida, en lo que ha dicho que es "mi trabajo más emotivo". Se trata de una investigación sobre el periodo de la posguerra -recordando a este republicano que ocupó un importante cargo civil en Cartagena y fue condenado a cadena perpetua-, que también tendrá forma de libro y que ha sido "catártico y algo que tenía que hacer". Además, tiene otro proyecto para una sala valenciana para el que tendrá que realizar "un último viaje a Cuba para hacer este libro, desde una perspectiva que lo convierte en uno de los reportajes más completos que he hecho". Asimismo, tiene otro trabajo sobre República Dominicana que también espera vez la luz.
Y por si fuera poco, y una vez que "me quede tranquilo con todo lo anterior", el fotógrafo cartagenero tiene en mente crear una biblioteca de libros pequeños y asequibles con los 25 o 30 trabajos que tiene aún sin publicar. "Lo que quiero es dejarlos publicados, solo con el afán de costearlos. Y es que cuando con un libro de fotografía dices que has triunfado, es que no te ha costado dinero", señala con humor.
En total, Díaz Burgos es autor de más de quince libros monotemáticos y de ensayo fotográfico. Además, su obra se ha expuesto en multitud de países, en espacios como el Museo de Arte Contemporáneo de Chicago, el IVAM valenciano, The Meadows Museum en Dallas y el Museo de Bellas Artes de La Habana, entre otros muchos.
