CARTAGENA. La Demarcación de Costas ha dado el visto bueno a la instalación de los chiringuitos cartageneros para que inicien la instalación de sus establecimientos en las playas de la costa a partir de este mismo mes de marzo. Eso sí, hay cuatro lotes, dos de ellos situados en las playas de Cala Reona-Cabo de Palos y La Manga, que afectan más concretamente a Las Amoladeras y Galúa; un chiringuito ubicado en la playa de Los Alemanes y otro en Los Urrutias, cuya autorización está en suspenso hasta que retiren los elementos que han dejado abandonados en la playa de la temporada pasada.
En resumen, salvo esos 4, pueden instalarse siempre que el plazo de instalación que establecía el pliego como obligatorio abarque desde el 1 de marzo.
La Semana Santa arranca en unas semanas y ya son unos cuantos los que ya han manifestado su deseo de establecerse en sus correspondientes lotes -hasta un total de 40-, ubicados por toda los arenales de Cartagena y que abarcan desde La Manga, Cala Reona, Cabo de Palos, Mar Menor (Playa Paraíso, Los Urrutias, Mar de Cristal, Islas Menores, el Vivero, Cavanna, Los Nietos), hasta Isla Plana y La Azohía. No todos, eso sí, van a proceder a montar sus establecimientos, porque el periodo festivo abarca solamente diez días y aunque son muchos los visitantes que reservan unos días de Semana Santa en los arenales para pasar sus vacaciones, no compensa a todos este corto periodo vacacional para el dispositivo que hay que poner en marcha para abrir la persiana -infraestructura, personal, servicios, suministros, etc…-
El pasado mes de enero se abrió el plazo de presentación de instancias para la renovación de las instalaciones temporales de las playas, un trámite legal para confirmar que los licitadores de los chiringuitos del municipio que consiguieron la adjudicación de los diferentes lotes durante las temporadas 2021, 2022, 2023 y 2024 continúan interesados en ocupar y explotar las instalaciones.
En cuanto a las expectativas ante una nueva temporada, los hosteleros llegan con el propósito de mejorar los números de un 2023 que no se ajustó a sus objetivos. Los elevados precios de la materia prima, que repercutían en que los clientes no manifestaran tanta disposición al gasto, supuso un lastre que podría volverse a repetir este año, ya que los precios no han dejado de subir.
Mientras tanto, el contrato para atender las zonas verdes y la jardinería de todas las áreas del litoral, tanto las del Mar Menor como las del poniente del municipio sigue sin estar adjudicado, lo puede llevar al verano a tener las zonas costeras de Cartagena sin la atención debida, la limpieza adecuada y los recursos necesarios.
Desde el área de Litoral del Ayuntamiento de Cartagena afirman que se ha intensificado la limpieza de las playas del Mar Menor mediante el uso de máquinas limpiaplayas y tractores, destacando este año la incorporación de una limpieza manual en la zona de Bahía Bella. Además, Se ha iniciado la instalación de mobiliario de playa para que esté operativo un 40% del total para la Semana Santa. Los trabajos incluyen la instalación de pérgolas, pasarelas, lavapiés y carteles informativos. De los cuatro pantalanes programados, el de Cavanna se montará de forma inmediata, y los dos de Los Nietos y Playa Honda, en mayo.
La reparación de los paseos marítimos en diversas localidades también forma parte de las acciones emprendidas, abordando desde los accesos a la playa hasta la renovación de bancos, bolardos y alcorques. Se prevé, además, la sustitución de los bancos de hormigón en la Gran Vía de La Manga por nuevos modelos de hormigón blanco con forma de ola, adquiridos en diciembre de 2023.
El Ayuntamiento también ha enfocado esfuerzos en el suministro de materiales relacionados con el servicio del litoral, incluyendo la compra de pasarelas de madera y lavapiés, y la contratación de material para el baño asistido. Además, se está trabajando en el cumplimiento de los requisitos para los distintivos de calidad "Q" para las playas que ya poseen este galardón.
Otras acciones comprenden la reposición de señales de tráfico deterioradas y la preparación para la retirada de biomasa, en caso de aparición masiva, contando con los recursos necesarios para su recolección