Fotografías de Luis Federico Guirao Guirada donadas al AGRM por Federico García del Real Viudes
MURCIA. Amante de su región y fotógrafo aficionado, lo que el abogado y político Luis Federico Guirao Guirada (1848-1921) captó con su cámara no responde a la mirada de un científico, sino a la de un murciano que lo veía todo con curiosidad y que se reencontraba con los paisajes y la gente de una tierra que añoraba desde su despacho de Madrid. Hoy en día, las muchas fotografías que realizó este importante personaje de la política española de la época -diputado en las Cortes y senador del Reino-, dejan un importante testimonio sobre la ciudad de Murcia y sobre la pedanía de Beniaján (que fue donde nació y donde pasaba largas temporadas) de finales del siglo XIX y principios del XX.
Lo muestra en una de sus siempre interesantes galería temática el Archivo General de la Región de Murcia (AGRM), quien ofrece en su página web una selección de estereoscópicas realizadas por Guirao Girada. Las fotografías, donadas al AGRM en 2022 por Federico García del Real Viudes, también recogen escenas de Madrid y Aranjuez.
Cuando sus obligaciones se lo permitían, el político murciano se escapaba para disfrutar de Murcia o para practicar otra de sus aficiones favoritas, la navegación a vela por el Mar Menor; de esto último ha dejado constancia la fotógrafa e investigadora María Manzanera y la comisaria Laura Cano en el libro titulado Lo llamaron Mar Menor. En todas estas escapadas, lo acompaña su cámara.
En esta serie del AGRM se pueden ver imágenes que muestran una vista de Murcia desde el soto del río, el Puente de Hierro, un carruaje estacionado frente a la casa-palacio Vinader en la plaza Romea, obreros adoquinando la calle Ángel Guirao, el callejón y arco de la Aurora, la entrada a la corrala de la Menguala, lavanderas en el río, una sirvienta regando las plantas en Villazahar (Beniaján), huertanas en los campos y otras escenas rurales. Las cámaras estereoscópicas tenían dos objetivos que impresionaban las placas sensibles con dos imágenes diferentes.
La vida de Luis Federico Guirao (1848-1921) transcurrió entre Madrid y Murcia. Viajero infatigable y amante de la música y el arte, su fortuna le permitió adquirir los últimos adelantos en materia de fotografía. Así, instaló un estudio en el centro de la capital e investigó con la esteroscopia, para lo que utilizaba placas de cristal que sólo se fabricaban en París. La mayor parte de su obra corresponde a trabajos de campo y vistas panorámicas.
Gracias a su mirada curiosa, hoy en día se puede descrubrir a través de sus ojos cómo era aquella Murcia en la que todavía se viajaba en coches de caballos y donde la Huerta y el río formaban un poderoso binomio.