MURCIA. Que nadie se piense que la estrella del fantaterror Lone Fleming (Dinamarca, 1945), que este viernes recibirá el premio Leyenda en la inauguración del X Festival de Cine Fantástico Europeo de Murcia (Sombra), ha perdido un ápice del magnetismo y la vitalidad que hizo que esta bella danesa de grandes y expresivos ojos verdes -una de sus principales armas ante la cámara- actuase en cerca de cuarenta películas españolas, sobre todo en la década de los setenta. "Lo flipo", dice la actriz, guionista y hasta directora cuando se refiere a la distinción que va a recibir en Murcia. "Me ha producido una alegría enorme. Porque que se me considere leyenda, que para mí es como el pasado, estando viva es doblemente gratificante", asegura.
Un pasado que no implica que la estrella del género fantástico -cuyo nombre real es Lone Fearch- no tenga aún mucho futuro por delante. "Hasta que mi espalda me lo permita", señala en referencia a una dolencia que sufre y que no tiene operación. "El médico me dijo que tendría que estar en silla de ruedas, que no conocía a nadie como yo, y que siguiera haciendo todo como hasta ahora", comenta con humor. Así que de jubilarse nada. De hecho, no para. "Yo siempre he sabido que soy actriz de segundos papeles y me alegro mucho, porque los actores secundarios podemos trabajar toda la vida si no nos importan las arrugas. En el cine también quieren mayores con arrugas", apunta. En este sentido, añade que acaba de hacer de mafiosa para una película y que también tuvo un papel en Viejos, de Raúl Cerezo, para el que la transformaron (para ponerle años) y donde, además, hace de malvada. "Me gustan más los papeles de mala, son más interesantes; se trabaja más con la mirada y eso me gusta", afirma.
Pero no todo fueron secundarios para la protagonista de La noche del terror ciego, uno de sus trabajos favoritos junto al que hizo en Una vela para el diablo. También recuerda su papel de mexicana en el westerm El hombre de Rió Malo, que dirigió su marido, Eugenio Martín, y en el que participaban Gina Lollobrígida y James Mason. "Eugenio me dijo que no podía hacer el papel, pero me puse una peluca negra, me vestí de gitana y le mandé las fotografías", recuerda la danesa, a quien actualmente le "encanta" trabajar con directores jóvenes. "Ahora veo más cariño en los rodajes; antes hacías tu papel y te mandaban para casa". Y, aunque en un principio no le gustaban las pelis de terror, al menos verlas, Lone Fleming cuenta que desde que conoció el género con Amando de Ossorio se lo pasa bomba en este tipo de rodajes, "donde pueden suceder las cosas más inesperadas".
No contenta con su trabajo de actriz -también en películas como El ataque de los muertos sin ojos, Viaje al centro de la tierra o El último Kamikaze, con Paul Naschy-, Lone Fleming también ha escrito guiones y ha dirigido el corto La virgen descalza. "Eugenio me dijo que yo no podía rodarlo, que ni él se atrevía. Pero yo sí, porque es mío y lo siento, le dije". Asegura que fue una experiencia tan maravillosa como dura, "más que ponerme delante de la cámara".
Y es que si algo es Lone Flemnig es "una mujer valiente". De hecho recuerda cómo se puso a trabajar con 15 años, se trasladó a Estados Unidos y acabó en España, donde dio el salto al cine desde las fotonovelas. "Me he atrevido con todo -asegura-. Yo siempre digo que, menos puta, he hecho de todo", bromea. Le pilló, además, la época del 'destape' y, aunque no hizo demasiados, tampoco es algo que le importe demasiado: "Para mí enseñar los pechos, plim", resume. También recuerda que cuando tuvo que hacer una escena lésbica para La noche del terror ciego, Ossorio se le acercó y le dijo que él no sabía como hacerla, porque no era lesbiana. "Nosotras tampoco", contestó la actriz, quien pidió una botella de vino para rodar de forma más distendida . "Quedo preciosa", asegura.
Toda una vida de cine la de Lone Fleming que el Festival Sombra quiere reconocer con uno de sus premios más emblemáticos. "La verdad es que he vivido mucho y he salido bien de todo. Como no sé lo que me queda de vida, soy feliz con lo que me viene", concluye esta estrella, que cuida mucho a sus fans -"como ellos a mí"- y que regresa encantada a Murcia, donde antiguamente, cuando le pillaba de camino, hacía una parada para comer en El Rincón de Pepe. "¿Sigue abierto?", pregunta.