MURCIA. La Afroyaya es una abuela de estética afrodisco, a la que le va la música funky y cuyo vocabulario está repleto de expresiones aguileñas. Todo un personaje, que es lo que realmente es. Porque se trata de una de las creaciones de Chema Lajarínez, que durante esta cuarentena se ha instalado con el dibujante y escritor murciano para hacerle a él, y a los demás, más ameno y divertido el encierro. "Cuando empezó el confinamiento -que en Águilas y zonas costeras de Murcia comenzó un par de días antes que en el resto de Murcia- hice una viñeta sobre el popular hashtag #Quedateencasa. Desde entonces vengo haciendo una viñeta diaria en la que reflexiono sobre diferentes aspectos que tiene el asunto, siempre desde el prisma del humor y el buen rollo", cuenta el artista aguileño, quien comparte estos trabajos en sus redes.
Así, día tras día, la Afroyaya es capaz de despertar una sonrisa, ya sea con cuestiones cotidianas relacionadas con la vida en cuarentena o con la nueva serie que ha iniciado recientemente bajo el nombre El abecedario de mofa de los huerthanos. Y de eso sabe un rato la Afroyaya, que suelta por su boca un sinfín de expresiones de la tierra. Averolo (dícese del individuo imbécil, atontolinao), buzaque (borrachuzo, que bebe vino en grandes cantidades) o calamondra (individuo con la cabeza grande, cabezón) son algunas de las palabras que figuran en este diccionario.
Cuenta Chema Lajarínez que este personaje tiene unos cuantos años de azarosa vida, no tantos como aparenta el dibujo, pero sí los suficientes para haberse encariñado con esta abuelita atípica. "Surgió como un proyecto dentro de las páginas del ezine Palanca de Cambio. La primera viñeta que aparece en esta página salió en el nº 9, en febrero de 2009. Estuvo en los dos siguientes números y se fue a dormir el sueño de los justos. Pero el personaje tenía un potencial que me empujaba a seguir buscándole huecos en mis inquietudes artísticas", recuerda. La siguiente oportunidad para que la Afroyaya saltara a la fama fue en 2011, cuando el dibujante recibió una propuesta de la editorial Tres Fronteras (dependiente de la consejería de Cultura) para realizar un minicómic de 32 páginas, dentro de su sello Microfronteras cómic. "Así pues me puse manos a la obra y cuando hube terminado el trabajo me anunciaron que no se iba a publicar. Deduzco que la crisis de la época dejó mi proyecto en el cajón".
Pero ya no había quien durmiese a la Afroyaya y Chema Lajarínez amplió el trabajo a 152 páginas en 2017 y lo publicó en libro con Ediciones Gotas de Luz. "El cómic tuvo buena acogida y actualmente estamos trabajando en el segundo libro, que saldrá a finales de año. Mientras tanto, muestro diferente material en las redes sociales del personaje", afirma este "profesor de artes plásticas y pintamonas a tiempo parcial". Por lo que todo hace pensar que esta simpática yaya, de pelo afro y gusto por el funki, tiene todavía mucha guerra que dar.