MURCIA. Primero fue un libro sobre los comercios antiguos de Cartagena -todo un boom, por cierto-; después otro dedicado a la hostelería que durante años dejó su huella en la memoria colectiva de los cartageneros y del que muchos siguen pidiendo ejemplares; y ahora, Juan Ignacio Ferrández, cronista oficial de la ciudad portuaria, vuelve a la carga con una publicación que cataloga más de 300 entradas singulares de edificios del siglo XIX y XX, casi todas del casco antiguo. Cartagena puerta a puerta es el título de esta publicación para la cual el escritor ha iniciado una campaña de mecenazgo, como también hiciera con las dos anteriores, de tal forma que aquellos que quieran comprar por adelantado un ejemplar verán su nombre, o el de la persona que elijan, en la relación de mecenas que figurará en el libro, cuyas ventas serán a beneficio de la Asociación Pablo Ugarte y la Fundación Marraja.
La portada de esta publicación, que verá la luz el 13 de diciembre -de cara a la campaña navideña-, ya da una idea de los tesoros que mostrará en su interior. Diseñada por José Antonio Rodríguez Martín (JARM), muestra "una fotografía realizada por el gran Juan Manuel Díaz Burgos de la puerta de la Casa Cervantes de la calle Mayor", actual sede del Banco Sabadell. Se trata, señala Ferrández, de "la puerta más espectacular que se incluye en este catálogo" y que, aunque está en una calle muy transitada, es difícil de ver porque siempre permanece abierta. Son numerosísimos los detalles ornamentales que se pueden apreciar y a Juan Ignacio le parece "un milagro" que no se arrancara el bronce para fundirlo durante la Guerra Civil.
El escritor apunta que de las más de trescientas puertas que se han catalogado en esta publicación, casi la mitad irán comentadas, informando de detalles de todo tipo: descripción, elementos decorativos, quién vivía en estas casas, usos anteriores de los edificios... otras irán sin información adicional, pero detallando la calle y el número para que se las pueda localizar, en un ejercicio que en muchas ocasiones tendrá una connotación sentimental. Y es que parte de ellas han desaparecido, aproximadamente un tercio, desde que Juan Ignacio Ferrándes inició este trabajo hace 18 años. "Fue el proyecto que me acercó al Archivo Municipal", cuenta el cronista oficial de Cartagena que, además de aportar fotos de su autoría, ha contado con la colaboración de José Antonio Rodríguez Martín.
Uno de los atractivos del nuevo libro de Ferrández es que descubrirá una puertas casi desconocida -exceptos para los vecinos de los inmuebles- que son las que se conocen como 'segundas puertas'. "En muchos casos las que daban a la calle eran más sencillas, mientras que la que estaba dentro -también llamada 'del medio' y con el tiempo 'de en medio'- tenían mucha ornamentación y se han preservado mejor al estar más protegidas", explica.
Cartagena puerta a puerta también cuenta con planos de arquitectos, un capítulo dedicado al anecdotario o referencias a documentos donde se habla de estos elementos en diferentes contextos. También se le presta una especial atención a las diferentes partes que componen estas puertas (mascarones, copetes, tiradores...), ya que el autor le ha querido rendir un homenaje a los artesanos que hicieron posible estas maravillosas puertas que daban paso al espacio doméstico.
Juan Ignacio Ferrández ya ha empezado a calentar motores en sus redes sociales y a dar alguna pista del contenido del libro (también en ellas se podrán encontrar las bases para participar del mecenazgo). Así por ejemplo, ha colgado una fotografía antigua de Capitanía General, en plena Puertas de Murcia, señalando que "puertas como estas han sido testigos mudos de cuanto acontecía en el centro de la ciudad".
Como ocurriera también con los libros de los comercios y los bares antiguos de la ciudad, este libro servirá para que muchos busquen la casa en la que vivieron durante su infancia, donde iban a visitar a sus abuelos o, quién sabe, donde residen actualmente. Porque, como señala, Juan Ignacio Ferrández, el cartagenero se siente orgulloso de su historia y su patrimonio. En este caso, el que se asoma a través de una puerta.