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Una empresa murciana ofrece sus servicios por toda españa  

Campaneros del siglo XXI: "Los propios curas son los que nos recomiendan"

8/08/2021 - 

MURCIA. Los campaneros del siglo XXI se parecen bien poco a la imagen tradicional que se tiene de ellos, siendo un oficio que sigue vivo en la Región de Murcia a través de dos de las pocas empresas que existen en el país -Campaneros Murcianos en Lorquí y Tradición en Relojes y Campanas en Puente Tocinos-, dedicadas a la restauración y conservación de este valioso patrimonio que está repartido por catedrales, basílicas e iglesias de toda la geografía nacional. 

"Somos carpinteros, cerrajeros, herreros, electricistas e informáticos", apunta Pepe Dólera, de Campaneros Murcianos, quien recuerda que el volteo manual pasó a la historia para dar paso a la programación por ordenador, que se puede activar pulsando un botón o desde el propio móvil. También tienen algo de documentalistas e historiadores, porque "ante todo somos amantes del patrimonio, maestros artesanos que trabajamos con obras de arte cuya integridad debemos mantener".

Campaneros Murcianos SL nació en 2011, "en plena crisis; ya llevamos tres con ésta que estamos viviendo a causa del coronavirus", recuerda Pepe Dólera quien, sin embargo, asegura que su trabajo no se ha visto mermado durante este último año pandémico. "Nosotros funcionamos con el boca a boca. Son los propios curas los que nos recomiendan, los que si surge un problema con una campana dicen: eso Pepe te lo soluciona", apunta este artesano murciano que trabaja por toda España. "No podemos delimitar nuestra labor a una sola zona geográfica, porque un pueblo puede tener dos iglesias y eso no proporciona trabajo suficiente", explica.

Es por ello, que estos murcianos tienen a su cargo el mantenimiento de las campanas de importantes monumentos de todo el país, como son las catedrales de Burgos de Osma, Huelva, Granada o la propia Murcia, así como de numerosas basílicas y hasta cerca de 300 iglesias. De hecho, ahora mismo, están inmersos en la restauración de estos elementos patrimoniales procedentes de una iglesia de Villajoyosa.

"No hay dos trabajos iguales"

Pepe Dólera habla con entusiasmo de su trabajo -"me apasionan las campanas", asegura- y destaca los conocimientos y la profesionalidad que hay que tener para ejercer este oficio, que él ha transmitido a su hijo Miguel. En este sentido, cuenta que cuando los llaman para una restauración lo primero que hay que hacer es bajar la campana con una grúa de gran tonelaje -algunas pesan varias toneladas-, para trasladarla posteriormente a su nave de Lorquí. Allí sustituirán el yugo por el que ellos realizarán de forma artesanal siguiendo el patrón original, para lo que tienen que recurrir en muchas ocasiones a fotografías antiguas y a un trabajo de investigación previo. "Siempre devolvemos el yugo histórico a los propietarios, informándoles de que se trata de un bien patrimonial. Muchos de ellos tienen entre 300 y 400 años y deben ser conservados", apunta.

Para ser lo más fieles posible en la construcción de ese yugo, los campaneros murcianos mandan su proyecto a la máxima autoridad en España en esta materia, Francesc Llop, presidente del Gremio de Campaneros, quien les da el visto bueno o les indica alguna corrección. Para realizar estos yugos en madera -"jamás los haría de hierro, eso es una aberración"- y dependiendo del tamaño de la campana, pueden trabajar con vigas de más de cien kilos. Los campaneros también ejercerán como herreros construyendo todos los herrajes metálicos que harán falta para encajar en la campana.

La restauración de las campanas también conlleva una limpieza del bronce mediante un chorreo de arena sintética. "Esta operación no se hace por estética, sino para delvolver a la campana su timbre y su tonalidad original, que se pierde por la capa de suciedad que va cogiendo en su interior". Y es que "cada campana de cada pueblo tiene su propio toque", asegura Pepe Dólera, a quien lo que más le gusta de su oficio es que "no hay dos trabajos iguales y cada campana es un mundo". En este sentido, recuerda con orgullo cuando una pequeña campana de Orihuela del siglo XV pasó por sus manos; "fue un disfrute restaurarla y pensar todas las historias que habría visto", recuerda. 

La mayor, Santa Águeda, en la Catedral de Murcia

Aunque Campaneros Murcianos reciben encargos de diferentes partes de España, es en Murcia donde tienen una especial relevancia al ser el lugar que les vió nacer como empresarios y como maestros campaneros. De hecho, ellos son los encargados del funcionamiento de las 21 campanas de la Catedral de Murcia, sin duda las más famosas de la ciudad. La mayor de todas es la de Santa Águeda, con un peso de 6.420 kilos. Estos profesionales deben cuidar tanto el yugo como el bronce de las campanas. Explican en este sentido que éstas, tanto en Murcia como en cualquier sitio de España, se han realizado siempre en metal campaneril, aleación en la que se mezcla cobre roseta con estaño, para dar forma a un metal perfecto para fundir lo que hoy es "uno de los valores históricos de nuestra tierra". Como parte de esta labor de mantenimiento, Campaneros de Murcia también se encarga del reloj de la Catedral. 

En el volteo automatizado es donde entraría en juego la faceta de informáticos de estos profesionales, que se encargan de instalar un programa que hace posible que las campanas nunca lleguen tarde a su cita con los vecinos de la ciudad y sus toques sigan anunciando las horas o los diferentes acontecimientos.

(Fotos: Campaneros Murcianos)

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