CARTAGENA. La rotura del emisario de Cala Reona sigue siendo una de las grandes preocupaciones de los vecinos de Cabo de Palos. Son siete las roturas desde su construcción y el problema, actualmente, es que el agua vierte ahora mismo en la orilla. "El problema es la EDAR Mar Menor", asegura Karina de Santiago, de la asociación PROCABO, una de las organizaciones más implicadas en la reparación del emisario y del entorno de Cabo de Palos. Este sábado se produjo un ‘abrazo al agua’ en Cala Reona en el que se pedía una solución urgente al vertido de aguas en la misma orilla de Cala Reona por la rotura del emisario.
"Debido al debate suscitado esta mañana entorno a la situación del emisario de la Estación Depuradora de Mar Menor SUR y para asegurar el cumplimiento del derecho de los cartageneros a la protección del medio ambiente y la seguridad del baño, el gobierno local, por medio de los grupos Partido Popular y VOX, ha presentado una moción de urgencia por medio del edil Diego Ortega aprobada por unanimidad. La misma recoge que el pleno solicite al Gobierno de España, que a través del organismo que considere de la Administración General del Estado, aplique el artículo 120 de la Ley 9/2017, de 8 de noviembre, de Contratos del Sector Público, de "tramitación de Emergencia", en la construcción del nuevo emisario de la EDAR Mar Menor Sur, si considera tal y como expone el punto primero de este artículo, que puede producirse una situación que suponga grave peligro. Además, se ha incluido la adición a la enmienda presentada por MC y PSOE, que recalca que se cumpla la sentencia judicial", anunciaba la nota del pleno del pasado 25 de julio.
Es la gran preocupación de los vecinos de la zona, ya que la situación actual dificulta el baño en la época estival. Un problema que lleva dilatándose en el tiempo sin que se llegue a un acuerdo firme entre las distintas administraciones. Tras el citado pleno del Ayuntamiento de Cartagena, las distintas fuerzas políticas ofrecieron una imagen de unidad pocas veces vista en la política, tanto nacional como local.
Uno de los principales problemas, rotura del emisario mediante, es el tratamiento de las aguas que se vierten actualmente a la misma orilla del Mar Mediterráneo. Recientemente se reunieron los responsables técnicos del Ayuntamiento de Cartagena del control de la EDAR MMS, técnicos de HIDROGEA con ESAMUR). También asistieron Pedro Luengo (EEA), Carlos Herrero (AAVV Cobaticas-La Jordana), Karina de Santiago y Enrique G. Faria (PROCABO), José Luis Albert (AAVV Cabo de Palos), Julio Más y Nané Benedicto (PACTO POR EL MAR MENOR). En esa reunión se pidió información acerca del tratamiento de las aguas. La aparición alrededor de Cala Reona de unas algas color verde fluorescente, que no existían antes, tiene preocupados a los vecinos. "Tanto HIDROGEA como ESAMUR contestaron que están avanzados los estudios para mejorar la calidad del agua en cuanto a la eliminación de nutrientes, ya que la depuradora no estaba preparada para ello. La eliminación de nitrógeno es algo más compleja, por exigir mayores modificaciones en la planta, pero se considera que se podrá conseguir, y si es necesario, se consultará con los expertos más cualificados en este campo. En cuanto al fósforo, la solución es más sencilla, combinando los procesos biológicos y el uso de reactivos", se afirma en un informe realizado tras la reunión.
Uno de los problemas que existe actualmente es la filtración de agua de mar al alcantarillado, que impide un tratamiento del agua que permita que sea reutilizable al 100%. "Los técnicos de saneamiento y alcantarillado del Ayuntamiento allí presentes nos informaron que estaban realizando inspecciones en varios puntos negros de la red donde se sospecha que hay problemas. Citaron entre ellos varios puntos de La Manga o de la Ribera Sur del Mar Menor. Indicaron que las inspecciones se realizaban por personal especializado y donde no era accesible se utilizaban robots con cámaras para detectar intrusiones. Pedro Luengo preguntó que por qué no se inspeccionaba y sancionaba a los inmuebles de La Manga con sótano bajo el freático que achicaban y bombeaban el agua de mar infiltrada hacia el alcantarillado puesto que era lo que producía mayormente los problemas de exceso de salinidad en el influente de la EDAR. Allí afirmaron que era una labor prácticamente imposible dada la cantidad de inmuebles y los medios del Ayuntamiento al tratarse de propiedades privadas", cuentan en el informe realizado tras la reunión. Estas filtraciones provocan que las aguas vertidas actualmente a Cala Reona, en la misma orilla, no sean todo lo limpias que se desearían. "Las aguas de lluvia también van a parar a la EDAR, lo que provoca que esta no tenga capacidad de depurar", afirma Karina de Santiago.
Los retrasos en la construcción de un nuevo emisario preocupan a los vecinos, porque consideran que el paso del tiempo hará inviable el proyecto. "Se sacará a concurso la redacción de un nuevo proyecto para un emisario. El nuevo proyecto costará 600.000 euros. Pero la distancia a la que pretenden construirlo y su profundidad costará una millonada. no es necesario un emisario de la envergadura del que se pretende ejecutar. Las altas exigencias de las normativas europeas, la legislación actual española, los elevados costes y la demora como consecuencia de los trabajos submarinos encarecerán y retrasarán la ejecución del proyecto. Todo ello agravado porque se instalaría en una zona de especial protección de la red Natura 2000 y en el triángulo formado por la Reserva Marina de Cabo de Palos Islas Hormigas, el Parque regional de Calblanque, Monte de las Cenizas y Peña del Águila y los escarpes submarinos de Mazarrón. Por todo ello, consideramos que debería ser reconsiderado el traslado del nuevo aliviadero a una zona de menos impacto medioambiental como Escombreras. Lo más urgente sería sacar el vertido de las aguas lo más lejos posible. Y, en ese caso, pensar si una salida a esto sería posible por Escombreras. Lo que está claro es que Cala Reona está peligroso, lleno de espuma. Es una pena", apunta Karina.
Además, en el abrazo al agua, los vecinos de Cabo de Palos incluyeron otras reivindicaciones. "Creo que un abrazo al agua debería de incluir además del stop vertidos, la prohibición de maquinarias pesadas por playas, más protección a las puestas de las tortugas, la no retirada de arribazones, las zonas de fondeo más alejadas de las zonas de baño con sistemas ecológicos y evitando las posidonias , las altas velocidades de embarcaciones y motos acuáticas en zonas sensibles, más participación ciudadana en la Reserva Marina "de Interés de los Clubes de Buceo", y sobre todo la protección integral de todas las calas", señalan desde PROCABO.