MURCIA. Fue uno de los ilustradores más relevante del siglo XX, además de pintor, cartelista, escenógrafo teatral, diseñador, muralista… El murciano José Francisco Aguirre (1921-1984) abarcó casi todos los géneros artísticos y su trabajo fue ampliamente reconocido a nivel nacional y galardonado con diferentes premios nacionales. Sin embargo, en este caso se hace realidad el dicho de que nadie es profeta en su tierra y su nombre es poco conocido en la tierra que le vio nacer. Como homenaje y, sobre todo como descubrimiento de un gran artista murciano, este viernes se ha inaugurado la exposición 'Centenario José Francisco Aguirre' en el Museo de Bellas Artes de Murcia (Mubam), comisariada por el crítico de arte Juan Bautista Sanz. A la presentación de esta muestra, con la que se quiere saldar "la deuda" que la Región tiene con este hijo ilustre, han asistido la consejera de Cultura, María Isabel Campuzano, y Miguel Ángel Aguirre, en representación de su familia.
La exposición reúne una representación de las diferentes facetas del polifacético artista, quien desde muy temprana edad manifiestó una gran habilidad para el dibujo y la ilustración, al igual que su hermano Antonio, con quien compartió vocación y junto con el cual cursó sus estudios en el colegio de los Hermanos Maristas de Murcia. Su trayectoria artística comenzó en los teatros para ampliarse a la ilustración y al periodismo artístico cuando en la década de los años 40 se trasladó a Madrid.
En la capital, sus trabajos fueron publicados en Primer Plano, Revista para la Mujer o Mundo Hispánico. En algunas de estas publicaciones el murciano coincidió con autores de la talla de Goñi, Picó y Serny. El nombre de José Francisco Aguirre también está asociado inevitablemente a ABC y la revista Blanco y Negro, primero como ilustrador (portadas, dibujos para relatos...) y posteriormente como jefe de confección de Blanco y Negro, donde trabajó durante casi un cuarto de siglo. En este sentido, cabe destacar que el Museo de ABC custodia más de doscientas obras que el artista murciano publico entre 1955 y 1969.
Además, José Francisco Aguirre fue el decorador y figurinista de cabecera de la actriz Celia Gámez, con quien trabajó de manera ininterrumpida desde 1942 a 1954. Asimismo, fue el encargado de la escenografía de El Canastillo de Fresas, obra póstuma del maestro Jacinto Guerrero, estrenada el 16 de noviembre de 1951 en el Teatro Albéniz de Madrid.
Muchos visitantes de la muestra, con una cierta edad, podrán rememorar su infancia con los libros para niños ilustrados por el artista murciano, quien mantuvo una estrecha relación con la editorial Aguilar, ilustrando una serie para la colección El Globo de Colores. En 1958 consiguió el Premio Nacional Lazarillo de Ilustradores con la obra El Libro del Desierto, de José Luis Herrera. También fue elegido para hacer el cartel oficial de las Fiestas de Primavera en 1956.
Sobre su obra pictórica, Juan Baustista Sanz destacó que José Francisco Aguirre compaginó diferentes estilos y temáticas -retratos, paisajes, estampas de campo, verbenas, arlequines, bodegones…-, lo que otorga a su obra una gran y variada riqueza artística. Utilizó, además, una técnica poco común en la pintura murciana como la encáustica. Su obra fue expuesta en numerosas exposiciones en Madrid, Murcia, Yecla, Alcoy o Benicasim.
Una de las características de la pintura figurativa de Aguirre es que fue un reflejo de una concepción de la vida muy teatral, como si cada obra fuera una escena captada en la inmensidad de uno de esos decorados que tan bien conocía.