MURCIA. Más allá de la falta de vivienda para albergar a los crecientes hogares, lo cierto es que el parque residencial de la Región de Murcia no se está movilizando lo suficiente para responder a la crisis que está experimentando el sector, según analiza el informe 'Prevención y atención de la exclusión residencial' elaborado por la asociación sin ánimo de lucro Provivienda.
De acuerdo con este estudio, 3 de cada 10 viviendas de la Región no están destinadas a su uso como residencia principal, sino que se están empleando para uso esporádico, usos no residenciales, segundas residencias o directamente se encuentan vacías.
En total, este 30% del stock total supone que la Comunidad murciana suma 239.908 viviendas que no se están empleando para alebergar a un hogar. "Las políticas públicas o las iniciativas privadas que buscan aumentar la oferta de vivienda disponible se enfrentan a la realidad de que pueden actuar sobre ese 30% del parque, obviando la vivienda nueva. Aunque existe preocupación por los grandes tenedores, la mayor parte de la vivienda disponible está muy fragmentada entre pequeños y medianos propietarios, lo que dificulta la gestión y movilización de grandes volúmenes de vivienda hacia el alquiler asequible o social".
De entre estos cerca de 240.000 alojamientos, un 12,73%, se encuentra en manos de grandes tenedores, es decir, personas físicas o sociedades con más de 10 viviendas en propiedad. Dicho de otra forma, controlan en estos momentos más de 30.000 viviendas que no se están empleando para uso residencial principal.
"Esto significa que, dentro de la oferta efectiva, los grandes tenedores gestionan una parte significativa del mercado, lo que les otorga capacidad de influencia sobre la oferta, los precios y las condiciones de acceso, especialmente en contextos urbanos o tensionados", remarcan en el informe.
En cualquier caso, el grueso del stock disponible en la Región (84,71%) corresponde a tenedores intermedios, aquellos que poseen entre 2 y 10 viviendas. Este grupo representa el grueso de la oferta potencial para el mercado y aunque muchas de estas viviendas pueden estar destinadas a alquiler, también pueden estar destinadas a segunda residencia (sobre todo para los poseedores de 2 viviendas) o incluso vacías.
Por otro lado, también existe otro 2,56% que corresponde a la vivienda social y del tercer sector. Si se mide sobre el total del parque, la proporción baja aún más, hasta el 0,77%, el cuarto menor resultado de España, lo que confirma la escasez de oferta pública en la Comunidad murciana.