Antes de que HBO (hoy Max) se convirtiese en una factoría de nuevos modelos de ficción televisiva, el canal estrenó una comedia de situación que cautivó al público. En Sigue soñando, la televisión era la protagonista invisible
Amor y profesionalidad. Mujeres abogadas. Sororidad y lo opuesto a ello. Y un bebé bailarín que triunfó por todo lo alto. Ally McBeal ayudó a feminizar la televisión de la manera correcta, en una época de cambios para la pequeña pantalla
Nadie sembró el caos como él. Nadie ejerció la mezquindad con tanta impunidad, arrancando a la vez miles de carcajadas. Mr. Bean tenía licencia para incordiar y pulverizar las convenciones sociales como solamente los niños pueden hacerlo
Los miembros de la familia Simpson nacieron para que nos riésemos de nosotros mismos mientras los veíamos a ellos. Más de tres décadas después, vivir sin saber qué pasa en Springfield se antoja algo imposible
Ramoncín, Mike Oldfield, Alaska y los Pegamoides, Veneno, Ocaña, Sex Pistols... Popgrama hizo que la televisión vibrara al ritmo del rock y se quitara de encima, aunque solamente fuera durante unos minutos, un poco de solemnidad
Eran groseros, chirriantes y horteras. Y adorables. Con Matrimonio con hijos, los Bundy implantaron un nuevo modelo de clan familiar en la parrilla televisiva. Tenerlos como vecinos en la vida real debía de ser complicado, pero en la pequeña pantalla eran la compañía perfecta
Nadie daba un duro por una serie sobre un bar en el que todo el mundo sabía tu nombre, pero fue un éxito que no conoció fronteras y duró trece temporadas
La televisión era un medio muy muy joven cuando en Estados Unidos se estrenó la serie de misterio y asesinatos que, con flema británica y gesto inmutable, presentaba el autor de La ventana indiscreta o Con la muerte en los talones