Fotos: ALBERTO MARÍN
CARTAGENA. El Club Náutico Dos Mares, uno de los edificios más originales y emblemáticos de La Manga del Mar Menor, ha sido renovado recientemente con el objetivo de reimaginar sus diferentes ambientes, preservando y poniendo en valor su esencia arquitectónica. No hay que olvidar que esta construcción de 1965, con sus dos enormes parasoles de hormigón que enmarcan las vistas del Mar Menor, es obra de Antonio Bonet Castellana, uno de los principales referentes de la arquitectura moderna del país, siendo el Club Náutico Dos Mares un ejemplo excepcional de este movimiento arquitectónico en La Manga. La encargada de llevar a cabo esta transformación respetuosa e inspirada en la larga historia del Club ha sido la arquitecta de interiores cartagenera María Conesa.
Explica la interiorista que "la intervención comenzó con una cuidadosa redistribución del espacio, donde la funcionalidad y el confort fueron primordiales. Se crearon ambientes diferenciados que invitan al disfrute, aprovechando al máximo los recursos existentes, como los amplios ventanales que enmarcan vistas inigualables del Mar Menor. Este rediseño sigue un ordenamiento racional del espacio, maximizando cada rincón para conectar el interior con el entorno natural".
Añade que "para lograr una fusión armónica entre el interior y el exterior, se optó por incorporar grandes plantas que diluyen las fronteras entre ambos espacios. El color azul, inspirado en el Mar Menor, se convierte en el hilo conductor que recorre el club, aportando serenidad y cohesión a los diferentes ambientes".
Sin duda, un detalle decorativo que destaca en esta renovación -y que seguro es del agrado de sus socios- es la incorporación del icónico pez del logotipo del club en cojines de lino que se distribuyen estratégicamente por todo el recinto, "reforzando la identidad corporativa en cada rincón", señala María Conesa.
Destaca la arquitecta de interiores que también se le ha querido rendir un homenaje al diseño original de Bonet Castellana, para lo cual se ha colocado "una fotografía de gran formato que captura la esencia del salón a dos alturas y la majestuosa chimenea que una vez dominó el espacio central. Este guiño al pasado sirve como puente entre la historia y el presente del club".
La iluminación es muy importante en este nuevo diseño del Club Náutico Dos Mares. Por un lado, "las luminarias, otro de los elementos decorativos excepcionales, han sido recreadas a partir del diseño original de las lámparas. Estas han sido fabricadas de forma artesanal, añadiendo un toque de autenticidad y elegancia a los espacios", cuenta María Conesa.
Además, la renovación también ha abarcado las zonas exteriores del club, "donde una nueva distribución pone en valor las magníficas pérgolas. Por primera vez en la historia del club, estas estructuras han sido iluminadas, creando un ambiente nocturno mágico que realza la belleza del entorno".
Con todo ello, el Club Náutico Dos Mares "no solo conserva el legado arquitectónico de Antonio Bonet Castellana, sino que lo lleva un paso más allá, ofreciendo un espacio que combina a la perfección modernidad, historia y un profundo respeto por el entorno natural del Mar Menor". Y en esa Manga que impactó al arquitecto e hizo que escribiera: "Nunca había visto nada comparable, un lugar mágico, y allí estaba yo solo en una duna infinita en mitad de dos mares".
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