MURCIA. Dioses como Mercurio, Atenea o el mismísimo Zeus, y seres mitológicos como Medusa o los sátiros habitan en la obra del artista ceutiense José Antonio Torregrosa García, 'Torregar', quien también esculpe con sus pinceles personajes históricos como el escritor Homero o el conquistador Alejandro Magno. Todos ellos se han dado cita en el Museo de San Javier, donde este arqueólogo de la pintura expone la muestra Ágora. Dioses y mitos, que podrá visitarse hasta el próximo 14 de septiembre (dentro del Plan EXE del ICA). Se trata, según explica el pintor, de una selección de 31 obras del proyecto en el que lleva trabajando durante los últimos años y que consta de más de doscientas piezas. Muchas de ellas han sido expuestas en distintos espacios y con diferentes temáticas, aunque en esta ocasión Torregar ha querido presentar un compendio de los personajes que la protagonizan.
"La serie me la planteo como una investigación pictórica, como un homenaje a toda la cultura clásica y al legado de la escultura grecolatina. Los cuadros están concebidos como si fueran yacimientos arqueológicos en los que yo voy superponiendo diferente capas de pintura. Se trata de establecer una relación entre la arqueología, la escultura y la pintura", señala el artista de Ceutí, quien durante este proceso lo que hace "es desgarrar, arrastrar la pintura, desconchar... para luego volver a pintar encima". Y es que, además del resultado, a Torregar le interesa especialmente el proceso.
"Para mí, el trabajo del artista es muy íntimo y se lleva a cabo en soledad. Es por ello que el espectador se pierde parte de esa magia que surge en el estudio, que es el algo que yo he querido hacer visible. Busco que se vea la propia obra, pero también parte del proceso que la ha hecho posible", explica. De esta forma, el pintor crea numerosas texturas y convierte "cada pieza es un exponente de ese arrastrado, de ese quitar y poner con el que creo muchísimas capas".
Echando la vista atrás, José Antonio Torregrosa reconoce la influencia que ha tenido en su obra los meses que pasó en Venecia como estudiante de la Academia di Belle Arti, rodeado de belleza y de arte. Recuerda las paredes desconchadas por la humedad de las puertas de agua por donde salían los barcos de los palacios y la pintura de los muros arrastrada paulatinamente por el agua. "Ese paso del tiempo se hace visible en mi pintura", reflexiona.
Los personajes de Ágora. Dioses y mitos han nacido de los viajes de Torregar por toda Europa y de sus visita a los museos de arte y arqueología cuyo contenido ha fotografiado. Respecto a su intención, apunta que "no he querido transmitir un mensaje más allá del de las esculturas en sí", aunque apunta que traslada a las obras "un cierto carácter expresionista que tiene mi pintura, que también está a medio camino entre la figuración y la abstracción".
Sobre la exposición de Torregar en San Javier, su comisaria, María Soledad Navarro Andreu, señala que "el Ágora de Torregar plantea una reflexión entre la cultura clásica y la pintura contemporánea", bebiendo directamente del mundo clásico grecolatino. "La obsesión del artista por la idea del paso del tiempo, que le ha llevado en series anteriores a abordar cuestiones como la fugacidad de la vida o el concepto de eternidad, hace que en esta ocasión centre su mirada en el legado de la estatuaria clásica, que durante tantos siglos ha sido motivo de admiración, réplica, revisión y reinterpretación por parte de multitud de generaciones de creadores", añade.
También destaca la comisaria "la combinación de óleos, temples, acrílicos, aceites, barnices o tinta china y mediante un continuo proceso de construcción y destrucción de la materia pictórica, el artista deja atrás la maza y el cincel propias de la talla en mármol, y a través de pinceladas certeras, va dando forma a la pintura hasta conseguir los volúmenes de las esculturas sobre el soporte bidimensional".
Asimismo, afirma que "cada obra se muestra ante nosotros como un auténtico 'yacimiento arqueológico' que deja ver distintas capas estratigráficas de pintura. A veces mostrando, a veces insinuando, pero dotando a estas nuevas esculturas de un insólito cromatismo alejándolas del ideal de belleza del blanco marmóreo con el que las hemos visto durante tanto tiempo. De este modo, Torregar les devuelve la policromía de la que gozaban originalmente para que podamos contemplarlas en su particular ágora".
José Antonio Torregrosa García, 'Torregar', nace en Ceutí en 1978. Se licencia en Bellas Artes por la Universidad Politécnica de Valencia en 2002, realizando el cuarto curso en la Academia di Belle Arti di Venezia gracias a una Beca Erasmus. Desde el año 2008 es profesor asociado de pintura en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Murcia, compaginando desde entonces su carrera artística con la docencia.
Ha realizado exposiciones individuales en la Galería de la Academia lituana en Kaunas, el Museo Cristo de la Sangre de Murcia, Museo della Carta de Fabriano, Italia, Museo Regional de Arte Moderno en Cartagena, Fundación Casa Pintada de Mula, Iglesia de San Esteban en Murcia, Fundación Antonio Gala en Córdoba, Museo de Fuente Álamo, Museo de Jaén, Fundación Pedro Cano de Blanca, Museo del Quijote de Ciudad Real, Museo de Mula, Monte Pacis en Kaunas, Lituania, Museo Ramón Gaya, la Sala La Capilla de la Universidad de Murcia o el Centro Párraga.