El nuevo servicio de transportes que licita el Gobierno regional —al que se pueden presentar ofertas hasta el próximo 14 de enero— ha levantado ampollas entre la oposición en el Ayuntamiento de Cartagena. Según se refleja en el pliego, el nuevo contrato suprimiría la línea directa Cartagena–La Manga —por lo que los usuarios que quieran desplazarse desde Cartagena a cualquier punto de La Manga tendrían que pasar por, al menos, 30 paradas, con el consiguiente aumento del tiempo de viaje—, eliminaría el servicio nocturno durante los meses de verano y, además, durante todo el año, la posibilidad de que los residentes en La Manga se trasladen a Cartagena para realizar gestiones solo sería viable a partir de las 10.15 horas, cuando saldría el primer servicio hacia la ciudad.
El PSOE de Cartagena fue el primero en denunciar la reducción del servicio licitado. “Es un absoluto despropósito para nuestro municipio y pone de manifiesto lo poco que le importa Cartagena, La Manga y el turismo al Partido Popular de López Miras y Noelia Arroyo”, ha señalado Torres, quien añade que este nuevo contrato “lo ha hecho alguien que nunca se ha montado en autobús. Lo han reducido todo a la mínima expresión”. “Quien quiera disfrutar del ocio nocturno tendrá que ir en su coche porque no habrá transporte urbano por la noche, en contra de lo que dijo Noelia Arroyo en la última reunión del consorcio”, ha precisado el portavoz de los socialistas cartageneros.
La Comunidad Autónoma desmiente al PSOE de Cartagena. “Las concesiones autonómicas solo pueden recoger las líneas cuyos trayectos sean interurbanos, que son los únicos de los que la Comunidad es competente. Las declaraciones de los socialistas son irresponsables, porque las líneas a las que se refieren comparten tráficos municipales y regionales y son coordinadas entre el Ayuntamiento de Cartagena y la CARM, con el objetivo de mejorar los servicios a los ciudadanos y la eficiencia, ya que se evitan duplicidades y solapamientos”, argumentan desde el Gobierno regional. “La Comunidad también desmiente al PSOE con respecto a los servicios que se refuerzan en época estival para atender la demanda existente. Estos servicios están fuera de la concesión regional y, sin embargo, se realizan gracias al esfuerzo conjunto de los ayuntamientos y la CARM, puesto que existen tráficos compartidos. Además, hay que indicar que las ofertas de las empresas que concurren a las licitaciones presentan mejoras sobre los servicios que recoge el pliego, porque se puntúa positivamente”, añaden desde la Consejería de Fomento.
Jesús Giménez Gallo, portavoz de Movimiento Ciudadano, denuncia que el nuevo contrato de transporte interurbano, tal y como aparece en el pliego, supone un claro retroceso y un aislamiento deliberado de La Manga y de Cartagena. “Lo que se está diciendo no es verdad: no hay ningún refuerzo del servicio. El contrato que se ha licitado es el único que existe y no contempla mejoras posteriores. Hablar de refuerzos cuando el servicio funciona solo entre las diez de la mañana y las nueve de la noche es intentar confundir a la gente”, afirma. Giménez Gallo explica que la línea Cartagena–La Manga pasa a ser exclusivamente interurbana, lo que impide cualquier complemento municipal. “Mientras siga siendo una línea interurbana, el Ayuntamiento de Cartagena no puede reforzarla. La única alternativa sería crear una línea municipal propia, por ejemplo, Cartagena–Monteblanco, pero eso no existe, no está en marcha ni se ha anunciado”.
El portavoz de MC considera que la decisión supone “dar pasos atrás” tras años de debate sobre la necesidad de mejorar el transporte público durante todo el año. “Venimos hablando desde hace al menos cinco años de incrementar servicios, de mejorar la movilidad y la vertebración del territorio, y de repente el Gobierno regional hace exactamente lo contrario”. Uno de los efectos más graves, subraya, es el impacto en la vida cotidiana de los residentes. “Una persona que viva en La Manga y no tenga coche no puede llegar al hospital de Santa Lucía para una cita médica a primera hora de la mañana. El primer autobús sale demasiado tarde, el trayecto se alarga y se convierte en una auténtica locura. En la práctica, se deja fuera a la gente de su propio hospital”.
Giménez Gallo insiste en que no se trata solo de turismo. “Aquí vive gente todo el año. Personas mayores, trabajadores, vecinos que dependen del transporte público. Además, se deja fuera a zonas como El Algar y se eliminan servicios nocturnos. Todo es un despropósito”. Desde Movimiento Ciudadano ven una intencionalidad política clara. “No creemos que sea un error. Coincide con el movimiento segregacionista de La Manga y huele muy mal. Da la sensación de que se busca aislar Cartagena y alimentar ese discurso. El daño a La Manga no lo hacen los ayuntamientos, lo hacen las políticas regionales, y este es un ejemplo clarísimo”. Giménez Gallo reclama transparencia. “Si nos quieren decir que este es el modelo definitivo, que lo digan claramente. Pero no se puede jugar a esconder la información. La ciudadanía tiene derecho a saber qué servicio va a tener y a tomar decisiones con esa realidad encima de la mesa”.