MURCIA. La artista murciana Rocío Kunst sigue cosechando premios. El último de ellos ha sido el del CreaMurcia en la categoría de Fotografía por su pieza con formato de tríptico La Sed | Crianza | Maderación, en el que cobran protagonismo la mujer y el vino. La obra se puede contemplar hasta el 15 de diciembre en el Centro Municipal Puertas de Castilla, junto a la obra galardonada en la sección de Artes Visuales, que ha recaído en Andrea González Martínez por su trabajo 144, y los accésits de ambas disciplinas.
En el texto crítico que acompaña al tríptico de Kunst, realizado por Ani Galván, se destaca que Crianza es la expresión visual de un proceso fundamental e inherente al ser humano: el proceso de una sed y de los cuidados que la colman. "La artista lo despliega ante nosotros en forma de tríptico, donde la mujer -en tanto que fuente de alimentación de dicha sed- ocupa el centro de la secuencia temporal".
Asimismo, recuerda los orígenes históricos de la vinculación entre sed y vino, que se encuentran recogidos en distintos episodios del Antiguo Testamento, cuando Dios se manifiesta ante el pueblo elegido para calmar su sed en múltiples ocasiones; mientras que en el Nuevo Testamento Dios se manifiesta para calmar la sed del hombre a través del vino.
Con su trabajo, Rocío Kunst hace alusión a una sed que va más allá de la necesidad física, reconociendo una sed espiritual asociada con el vino, el placer, la alegría, el amor. "La sed de vino es la sed de amor, si entendemos por amor lo necesario no para prolongar nuestra existencia, sino para darle un sentido más allá del mero funcionamiento orgánico", escribe Ani Galván.
La artista murciana presenta ligadas la uva y la mujer como símbolos de aquello que ha alimentado ancestralmente el mundo, añade la crítica. Así, Kunst emplaza a la mujer en el núcleo de la cadena nutricia; "sin ella, el banquete metafórico no sería posible".
"La mujer entrega su amor en forma de cuidados (a menudo, a costa de su propia libertad) en un ciclo semejante al del vino generado para nuestro disfrute. Siguiendo los pasos de esta serie, el primer paso es el nacimiento de la sed. Sin el reclamo de la sed (recordemos al infante que busca el pecho de la madre), tal vez no existiría el impulso de entrega incondicional de la mujer para nutrir: dar parte de sí misma en beneficio del otro. En segundo lugar, la crianza, pues dicha entrega es aprendizaje continuo a lo largo de la vida. Más allá de la crianza del hijo, hay en la relación con cualquier ser amado un proceso de crianza mutua el que la mujer, históricamente, ha tenido una posición de desventaja. Finalmente, la maceración: la mujer deja reposar dentro de sí misma las consecuencias de ese aprendizaje, al igual que el vino en su barrica toma cuerpo, color y aroma. Consecuencias que pueden ser dolorosas, pues el bellísimo acto de dar conlleva siempre una irremediable pérdida de uno mismo", recoge el texto crítico de la obra.
El vino de Kunst es el de "la mujer que ama. La mujer que cuida, cuyo desprendimiento ha embriagado la vida de otros con invisible calidez, aunque aún hoy permanezca en los márgenes", concluye .
Rocío Kunst (Murcia, 1990) es artista visual. Su trabajo gira en torno a la construcción de la identidad por medio de la memoria, los espacios y los estados psicológicos. En su fotografía, introspectiva y de abierto carácter confesional, el autorretrato se hace presente incluso en ausencia de la artista, un diálogo en el que el valor simbólico de la imagen es esencial.
Su obra ha sido expuesta en galerías y espacios dentro y fuera de la Región de Murcia. Ha obtenido varios reconocimientos, como los primeros premios en el Certamen Nacional de Artes Plásticas Carmen Arias (2021), en CreaMurcia de Artes Plásticas (2021), de Intervención Artística ODSesiones de la Universidad de Murcia (2021) y en el Certamen Jóvenes Creadores de Salamanca (2018/2021); así como mención de honor en el Premio XVIII de Fotografía de la Universidad de Murcia (2019) y en los Monovisions Photography Awards de Londres (2021).
Compagina la creación artística, la docencia en la Universidad de Murcia y la gestión cultural en el Espacio de Creación Artística Joven (ECAJ), en Molina de Segura.
