MURCIA. Se confirma: juntas compiten mejor. La anhelada unidad de la izquierda tardó ocho años en convertirse en una realidad en la Región de Murcia. Y la confluencia, aunque impuesta desde Madrid, ha dado sus frutos. A Podemos, Izquierda Unida, Más Región y Verdes Equo les ha ido mucho mejor cuando han concurrido hermanadas bajo la papeleta de Sumar que cuando han batallado por separado.
El 23J así lo demuestra, pues no resiste comparación con el 28M. Hace dos meses la izquierda murciana sufría un importante retroceso pese a que por primera vez Podemos e Izquierda Unida se presentaban unidas. Obtuvieron 31.340 votos, el 4,68%, lo que les dejó con dos diputados y sin grupo propio en la Asamblea Regional. A Más Región-Verdes Equo le fue peor aún. Apenas recibieron 8.687 papeletas, el 1,29%, lejos del 3% mínimo que se requiere para obtener un escaño en el Parlamento murciano.
Las elecciones del 28 de mayo fueron una decepción para las fuerzas progresistas de la Región, pues no ayudó tampoco el descenso de su socio, el PSOE, que retrocedió hasta los 13 escaños. En total, sumaban 15 diputados autonómicos frente a los 30 de la derecha (21 para el PP y 9 para Vox). Casi nada.
Pero poco después, apremiadas por la urgencia del adelanto electoral, todas ellas se aglutinaron bajo el paraguas de Sumar y el logotipo de Yolanda Díaz. La unidad incluyó vetos dolorosos para Podemos (por la exclusión de Irene Montero). Pese a que en el ámbito nacional la candidatura ha reunido menos votos y escaños que por separado en 2019 (Unidas Podemos -con 26-, En Común Podemos -9-, Más País -2- y Compromís -1- obtuvieron 40 frente a los 31 de Sumar), en clave regional la unión sí ha funcionado: engrasadas bajo una misma candidatura, Sumar logra 70.900 papeletas, el 9,52%.
Es decir, son 31.000 votos más que el 28 de mayo. Y si se extrapolaran los sufragios del 23J, una candidatura autonómica de Sumar habría obtenido cuatro diputados en la Asamblea Regional. Tendría grupo propio y no estaría encuadrada en el Mixto. Con todo, la derecha mantendría el poder, eso no cambia en la Región, pero no es lo mismo una oposición con dos representantes que con cuatro.
Además de la unidad, hay otro factor que influye: es la movilización. Por lo general la ciudadanía de la Región de Murcia se involucra más en las elecciones generales que en las autonómicas. La participación del 23J fue del 70,78%. Acudieron a votar 751.682 personas en la Región. El 28M arrojó una abstención del 34,75%, esto es, votaron 678.670 ciudadanos. Asimismo, Sumar hizo mucho hincapié en que disputaban el escaño con Vox, quien finalmente perdió un diputado y se queda con dos.
Sumar, de hecho, ha obtenido mejor resultado que Unidas Podemos en las anteriores generales de noviembre de 2019, que cosechó 63.461 votos, el 8,94%. Aun así, pese a la mejoría, la izquierda murciana se encuentra lejos de sus tiempos de gloria. En 2015, con el bipartidismo contra las cuerdas y la irrupción de Podemos, los morados recibieron 110.089 apoyos en la Región, su mejor cifra histórica. Un año después, ya aliadas con Izquierda Unida, acapararon 102.355 papeletas. En abril de 2019 descendieron a 79.650 votos, el 10,38%.
Regresando al presente, la izquierda regional ha salvado los muebles. Los abrazos y las alegrías se sucedían en la noche del domingo. Han evitado que el bloque de la derecha se agrandara en un 7-3 en la Región, con lo que se mantiene en un 6-4, todavía por debajo de la derecha. Pero, y es lo más importante, la izquierda murciana siente que sus escaños sirven para frenar a una mayoría nacional de PP y Vox y da armas a Pedro Sánchez y Yolanda Díaz para buscar alianzas parlamentarias y reeditar el Gobierno de coalición.
Su candidato, Javier Sánchez Serna, el mismo que ha revalidado el escaño por Murcia desde 2015, festejaba el resultado: "Las gentes progresistas de la Región de Murcia votaron masivamente y contribuyeron también a evitar lo peor: un gobierno de Feijóo y Abascal." Ahora, añadía, "se abre una oportunidad para revalidar un Gobierno de coalición progresista que habrá que saber aprovechar". Y subrayaba que la unidad de la candidatura es "la herramienta más eficaz para frenar la ola reaccionaria y defender los derechos de todas y de todos".