La posible desaparición de la línea directa Cartagena-La Manga ha puesto en guardia a los partidos del Ayuntamiento de Cartagena y de los empresarios de La Manga y Cabo de Palos. La posibilidad de que se elimine, como ahora mismo contempla el pliego, la línea directa Cartagena-La Manga, así como el horario nocturno ente Cabo de Palos y Veneziola, ha levantado las protestas y, el pasado viernes, el Pleno del Ayuntamiento de Cartagena aprobó por unanimidad exigir a la Comunidad Autónoma que paralice el concurso del servicio de transporte interurbano que conecta Cartagena con La Manga, para evitar el desmantelamiento del transporte público. “Se mantuvo una reunión de los ayuntamientos con los responsables de Transportes y como dijo el concejal del Ayuntamiento de Cartagena, Diego Ortega, en el pleno, para que se revisaran los pliegos y aparecieran todas las líneas y servicios que hay actualmente”, señalan fuentes del Consorcio y la Asociación de Empresarios de La Manga.
La oposición ha elevado el tono en los últimos días. El secretario general del PSOE de Cartagena, Manolo Torres, denunció este lunes con dureza el nuevo concurso de líneas interurbanas impulsado por el Gobierno regional, que afecta de lleno a la conexión entre Cartagena y La Manga. Torres aseguró que el pliego actualmente en licitación “no solo no mejora el servicio, sino que lo empeora de forma clara”, y lo atribuyó directamente a la falta de recursos de la Comunidad Autónoma. “Esto solo cabe en un razonamiento: la comunidad autónoma está en bancarrota”, afirmó.
Según explicó, el contrato plantea una reducción generalizada de frecuencias, horarios y recorridos en una línea que calificó de “vital” para el municipio. “No estamos hablando de una o dos frecuencias menos, estamos hablando de recortes de más de la mitad en muchos casos”, advirtió, antes de calificar el proyecto como “un auténtico despropósito”. A su juicio, los usuarios no reclaman mantener el servicio actual, sino mejorarlo: “Los vecinos piden que se mejore, no que se quede como está”.
Torres detalló que el nuevo diseño del servicio elimina conexiones clave y deja fuera del recorrido zonas como El Algar, además de desmantelar en la práctica la línea que une Cartagena con Cabo de Palos y La Manga, una conexión interurbana que atraviesa también La Unión y San Javier y llega hasta El Pedruchillo. “Esa línea desaparece tal y como la conocemos”, señaló.
El dirigente socialista puso ejemplos concretos del impacto del recorte, especialmente en La Manga. “Un estudiante que viva en El Pedruchillo o en La Veneciola no podrá coger el autobús para ir al instituto porque el primer servicio saldrá a las diez y cuarto de la mañana, cuando ahora sale a las siete y media”, explicó. También alertó de la supresión del servicio nocturno: “El autobús que ahora funciona prácticamente las 24 horas pasaría a tener el último servicio a las diez y media de la noche”.
Torres recordó que el Pleno del Ayuntamiento de Cartagena aprobó una moción para paralizar el concurso, pero denunció que, pese a ello, la licitación sigue adelante. “A día de hoy, el concurso sigue en marcha y la comunidad autónoma pretende aprobarlo”, afirmó, cuestionando además que se pretenda trasladar responsabilidades al Consistorio. “Que expliquen qué va a hacer el Ayuntamiento, porque estamos hablando de una línea que pasa por tres municipios”, añadió.
El secretario general del PSOE subrayó además el agravio comparativo que sufre La Manga en materia de tarifas. “Un vecino de La Manga paga 3,5 euros para venir a Cartagena y no tiene bono, mientras que un vecino de El Albujón paga menos de un euro”, señaló, calificando esta situación de “discriminación evidente”.
Para Torres, el recorte del transporte público en La Manga responde a una política continuada de abandono. “Esto es lo único que alimenta lo que el Partido Popular siempre ha hecho en la zona: segregacionismo”, afirmó, advirtiendo de que este modelo “solo consigue que los vecinos y vecinas se harten de este Ayuntamiento y de este Gobierno regional”.
El portavoz de MC, Jesús Giménez Gallo, considera que la decisión, si terminara siendo definitiva, supone “dar pasos atrás” tras años de debate sobre la necesidad de mejorar el transporte público durante todo el año. “Venimos hablando desde hace al menos cinco años de incrementar servicios, de mejorar la movilidad y la vertebración del territorio, y de repente el Gobierno regional hace exactamente lo contrario”. Uno de los efectos más graves, subraya, es el impacto en la vida cotidiana de los residentes. “Una persona que viva en La Manga y no tenga coche no puede llegar al hospital de Santa Lucía para una cita médica a primera hora de la mañana. El primer autobús sale demasiado tarde, el trayecto se alarga y se convierte en una auténtica locura. En la práctica, se deja fuera a la gente de su propio hospital”.
Giménez Gallo insiste en que no se trata solo de turismo. “Aquí vive gente todo el año. Personas mayores, trabajadores, vecinos que dependen del transporte público. Además, se deja fuera a zonas como El Algar y se eliminan servicios nocturnos. Todo es un despropósito”.