CARTAGENA. TMC Terminal Marítima de Cartagena ha llevado a cabo en los últimos años un proceso de diversificación de tráficos para la apertura de nuevas líneas de negocio en el Puerto de Cartagena, lo que ha supuesto un aumento del tráfico total de mercancías de la compañía.
Al cierre del ejercicio, con 500.000 toneladas de mercancía general y graneles y más de 50.000 TEUs de contenedores (650.000 toneladas), el tráfico de mercancías ha experimentado un aumento del 40% respecto al año anterior, situándose en 1.150.000 toneladas anuales.
En esta apuesta por nuevos tráficos se encuentran productos como el vidrio, procedente sobre todo de Oriente Medio y muy demandado en el mercado nacional. También la madera en tablones o los billets de aluminio, han encontrado en el Puerto de Cartagena una vía de exportación competitiva y alternativa a otros medios de transporte. Se trata de mercancías que dan respuesta a las necesidades de la industria del mueble y la construcción.
Pero son sin duda los graneles los productos que mayor incremento han experimentado en 2022, con un crecimiento del 165%. Una consecuencia directa de la firme de TMC por estos tráficos, con una inversión cercana a los 15 millones de euros realizada para la puesta en marcha de una nueva nave de almacenamiento en la dársena de Escombreras, de 24.000 metros cuadrados y una capacidad de de 160.000 toneladas. Esto, sumado a los medios técnicos de los que dispone TMC, como son dos grúas autopropulsadas y tres básculas desatendidas, aporta una mayor agilidad en las operativas de descarga, transporte, pesaje y almacenamiento de las mercancías de los barcos graneleros.
Entre los graneles, destacan sobre todo los cereales (harinas, trigo y cebada) con destino a la industria agroalimentaria española, seguidos de otros tráficos menores como la grava, la chatarra o el clinker.
TMC y el Puerto de Cartagena se convierten así en aliados estratégicos de las empresas importadoras y exportadoras, dentro de la cadena logística del comercio internacional.