MADRID (EP). Rusia empieza la guerra. El presidente ruso, Vladimir Putin, ha anunciado este jueves de madrugada "una operación militar" en la región del Donbás tras la solicitud de ayuda militar por parte de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk y en mitad del Consejo de Seguridad de emergencia que se celebra en Nueva York. A lo largo de la mañana de este jueves, las Fuerzas Armadas rusas han entrado en la región de Kiev, y se encontrarían a 160 kilómetros de la capital.
"Las repúblicas populares de Donbás se dirigieron a Rusia con una solicitud de ayuda. En este sentido, decidí llevar a cabo una operación militar especial. Su objetivo es proteger a las personas que han sido objeto de abusos, genocidio por parte del régimen de Kiev durante ocho años", ha dicho Putin en un mensaje emitido en la televisión estatal.
Putin ha dicho que desde Rusia se esforzarán "por la desmilitarización y la desnazificación de Ucrania, así como por llevar ante la justicia a quienes cometieron numerosos crímenes sangrientos contra civiles, incluidos ciudadanos de la Federación Rusa", tal y como recoge la agencia de noticias TASS. "Toda responsabilidad por un posible derramamiento de sangre recaerá completamente en la conciencia del régimen ucraniano", ha señalado Putin.
Así, ha advertido que nadie "debería tener duda de que un ataque directo a Rusia conducirá a la derrota y tendrá consecuencias nefastas para un agresor potencial". Putin ha indicado también que Rusia no permitirá que Ucrania tenga armas nucleares. Los planes de Rusia no incluyen la ocupación de territorios ucranianos, ha asegurado el mandatario. El presidente ruso ha destacado que las acciones de la Federación Rusa no están relacionadas con la violación de los intereses de Ucrania, sino con la protección de "aquellos que tomaron a Ucrania como rehén".
Las Fuerzas Armadas rusas han entrado este jueves por la mañana en la región de Kiev, en el marco de una ofensiva que también ha incluido un ataque contra el aeropuerto de Hostomel, un aeródromo militar clave para los intereses de Ucrania y ubicado cerca de la capital.
La guardia fronteriza de Ucrania ha asegurado que los rusos han entrado desde Bielorrusia, en un punto a 160 kilómetros de Kiev. "Los guardias y los militares (ucranianos) están luchando", reza el comunicado oficial, recogido por la agencia Bloomberg.
Asimismo, también han confirmado ataques sobre lanzacohetes de las Fuerzas Armadas de Ucrania en la zona de Yitomir, al oeste de Kiev. Las autoridades ucranianas han informado de enfrenamientos en el aeropuerto militar de Hostomel, presuntamente atacado por aeronaves rusas.
El alcalde de la capital de Ucrania, Kiev, Vitali Klitschko, ha anunciado la imposición de toque de queda de 22.00 a 7.00 horas, a la par que ha decretado que las estaciones de metro estén habilitadas como refugios durante las 24 horas del día.
"Este es un paso forzado, pero en las condiciones actuales de agresión militar y ley marcial, es necesario para la seguridad de los capitalinos", ha trasladado Klitschko a través de un mensaje de Telegram.
Asimismo, ha señalado que el transporte público no estará disponible durante el toque de queda y ha rogado a los ciudadanos de Kiev que "regresen a casa a tiempo".
El Parlamento ucraniano ya aprobó este miércoles el estado de alarma para el conjunto del país y, bajo este paraguas, Kiev impuso una serie de restricciones, si bien entre estas no se encontraba el toque de queda.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha anunciado en la madrugada de este jueves una "operación militar" en el este de Ucrania, días después de haber reconocido la independencia de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk. En respuesta, Ucrania ha dicho que rompe relaciones con Moscú.
Las autoridades de Ucrania han confirmado este jueves la muerte de cerca de 40 personas, entre ellos diez civiles, a consecuencia de la ofensiva militar lanzada por Rusia contra el país, incluidos cerca de 20 muertos a causa de un bombardeo contra un puesto militar en Odesa.
El asesor de la Presidencia ucraniana Oleksiy Arestovich ha indicado que la gran mayoría de las víctimas son miembros de la Guardia Fronteriza, si bien ha reconocido que hay "al menos diez" civiles muertos en los enfrentamientos, según ha recogido el portal ucraniano de noticias Babel.
Las autoridades de Odesa han indicado que un bombardeo contra un puesto militar en la localidad de Lipetskoye, ubicada en el distrito de Podolski se ha saldado con al menos 18 muertos, tal y como ha informado la agencia ucraniana de noticias UNIAN.
Asimismo, el Ejército ucraniano ha apuntado a un "intenso bombardeo" en zonas del este de Ucrania y el presidente, Volodimir Zelenski, ya ha dado orden de "infligir el máximo posible de pérdidas a los invasores", según UNIAN. Las fuerzas leales a Kiev también han informado del supuesto derribo de varias aeronaves rusas, algo que el Moscú niega.
Además, según las Fuerzas Armadas de Ucrania, han logrado repeler un ataque de las tropas rusas en la región de Lugansk, controlada en parte por los rebeldes separatistas, y ha cifrado en 50 los "enemigos" muertos, en un contexto bélico en el que Zelenski ha ordenado actuar con todo contra la "ocupación".
En este contexto, el Ministerio de Infraestructura ucraniano ha resaltado que hasta el momento han sido evacuados más de 3.000 ciudadanos en la región de Donbás. El Ministerio ha señalado en su página web que un total de 3.100 personas "han sido evacuadas de Donetsk y Lugansk".
Por otra parte, ha apuntado que "el movimiento de trenes a Jarkov se suspende temporalmente". "Además, por motivos de seguridad, se detuvo el tráfico en el tramo entre Volnovaja y Pivdennodonbaska y se evacuó al personal", ha zanjado en su comunicado.
Putin ha anunciado en la madrugada de este jueves una "operación militar" en el este de Ucrania, días después de haber reconocido la independencia de las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk. En respuesta, Ucrania ha dicho que rompe relaciones con Moscú.
Las Fuerzas Armadas de Rusia han lanzado este jueves una ofensiva para hacerse con el control de la central nuclear de Chernóbil, situada en el norte de Ucrania escenario del mayor desastre atómico del mundo en 1986.
"Las fuerzas de ocupación rusas están intentando capturar la central de Chernóbil", ha denunciado en Twitter el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, que ha confirmado combates en esta zona, sin entrar en detalles.
Así, ha dicho que las tropas ucranianas "están dando su vida para que la tragedia de 1986 no se repita". Zelenski ha subrayado que "es una declaración de guerra contra toda Europa".
El Gobierno ha asegurado que las tropas rusas entraron desde la vecina Bielorrusia, país que sufrió especialmente las consecuencias del desastre nuclear, según la agencia de noticias UNIAN.
Un asesor del Ministerio del Interior, Anton Gerashchenko, ha advertido de que, en caso de que sufra daños la instalación donde se almacenan los desechos nucleares, el material radioactivo podría extenderse también por países de la Unión Europea.
Ucrania ha convocado además una segunda reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU en Nueva York para abordar la crisis. Nada más conocerse el mensaje televisado de Putin, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha condenado la decisión como un ataque "no provocado e injustificado" por parte de Rusia y ha resaltado que los socios y aliados "responderán de manera unida y decisiva".
"El presidente Putin ha elegido una guerra premeditada que traerá una pérdida catastrófica de vidas y sufrimiento humano. Solo Rusia es responsable de la muerte y destrucción que traerá este ataque", ha declarado, según recoge un comunicado de la Casa Blanca.
En la Unión Europea, los jefes de Estado y de Gobierno han exigido a Rusia el cese inmediato de la agresión militar a Ucrania, al tiempo que han avisado a Moscú de que prevén acordar nuevas sanciones más duras en la reunión extraordinaria que celebrarán a última hora de la tarde en Bruselas.
"Condenamos en los términos más enérgicos la agresión militar sin precedentes de Rusia contra Ucrania. Con sus acciones militares sin provocación e injustificadas, Rusia está violando gravemente el Derecho internacional y socavando la seguridad y la estabilidad europeas y mundiales", dice la declaración pactada por todos los miembros del Consejo europeo.
Así, los mandatarios europeos exigen a Moscú el "cese inmediato" de las acciones militares y que retire "sin condiciones" todas las fuerzas y equipos militares desplegados en territorio ucraniano, al tiempo que pide el respeto de la integridad territorial, la soberanía y la independencia de Ucrania.
Los Veintisiete defienden que "tal uso de la fuerza y de la coerción no tienen cabida en el siglo XXI" y tienen palabras de censura también por la participación de Bielorrusia, país al que instan a cumplir con sus obligaciones internacionales.
Varios países de la Unión Europea han iniciado ya la preparación de planes específicos para hacer frente a la eventual llegada de un gran número de refugiados huyendo de la crisis en Ucrania tras la agresión de Rusia., según ha indicado este jueves la comisaria de Interior, Ylva Johansson.
"Unidos junto a la población de Ucrania", ha escrito la socialista sueca en un breve mensaje difundido en redes y en el que asegura que la propia Comisión Europea "está preparada" para apoyar a los Estados miembros en la preparación de su capacidad de recepción.
Sin dar detalles de las estimaciones de Bruselas sobre el número de personas desplazadas cuya llegada espera la Unión Europea desde Ucrania, Johansson ha agradecido la "preparación y voluntad" de varios países del bloque para ofrecer "protección inmediata".
Entre los países nombrados por la comisaria están Polonia, Eslovaquia, República Checa, Hungría y Rumanía, aunque otros como Grecia también han expresado en las últimas horas que están trabajando en planes de contingencia ante la eventual llegada masiva de migrantes ucranianos.
Más tarde, en una comparecencia desde la sede de la OTAN en Bruselas, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha reiterado que todos los países en la primera línea de la frontera están "totalmente alerta" para activar sus planes de contingencia, lo que incluye la acogida "de inmediato" de los refugiados.
"Esperamos que haya los menos refugiados posibles, pero estamos preparados para ello y son bienvenidos", ha remachado la política alemana, quien también ha explicado que las agencias europeas y los servicios de ayuda humanitaria y gestión de crisis de la Comisión Europea (ECHO) están funcionando para dar apoyo en caso de que haya también desplazados internos y que prevé además un aumento de la ayuda económica.