CARTAGENA. El Ayuntamiento de Cartagena ha puesto en marcha un proyecto de protección del ficus centenario, situado en la calle Adarve de Artillería. El mismo tiene como objetivo salvaguardar este ejemplar y garantizar la seguridad de los viandantes y vehículos que transitan por la zona. El ficus, ubicado en el emblemático Campus Muralla del Mar de la Universidad Politécnica de Cartagena, cerca del antiguo Hospital de Marina y la Muralla de Carlos III, no solo es un símbolo natural de la ciudad sino que su entorno representa un importante patrimonio histórico y cultural en la ciudad, siendo este un factor crucial en el desarrollo integral del proyecto. Adicionalmente, al estar situado en el campus universitario, el lugar adquiere una dimensión adicional.
El ficus presenta un riesgo significativo de desprendimiento de ramas, lo que ha llevado a la redacción de este proyecto tras un informe técnico que evidenció la necesidad de intervención. A raíz de este informe, el Ayuntamiento decidió implementar una serie de medidas para garantizar tanto la estabilidad del árbol como la seguridad de quienes circulan por el área. Además, el ficus se encuentra en una zona urbana afectada por el tráfico rodado, lo que agrava el peligro y dificulta su integración con el entorno universitario. El proyecto tiene el desafío de resolver estas problemáticas, al tiempo que busca mejorar el espacio público circundante.
El proyecto se compone de varias actuaciones clave que abordan tanto la protección física del ficus como la mejora del espacio público:
1. Apuntalamiento estructural de las ramas: Una de las primeras medidas será el refuerzo de dos de las ramas más grandes del ficus, consideradas en riesgo de colapso. Estos soportes estructurales estarán diseñados para integrarse estéticamente con el entorno natural y construido. Para ello, se utilizará madera tratada, con estructuras que imitan las raíces aéreas del ficus, que normalmente generan refuerzos naturales al tocar el suelo. Estos **soportes tubulares** permitirán que las ramas mantengan su crecimiento y movimiento natural, evitando así cualquier riesgo de fractura por rigidez.
2. Vallado perimetral: Para evitar que los peatones descansen bajo la copa del árbol y así reducir el riesgo de accidentes, se proyectará un vallado ligero y permeable visualmente. Este vallado estará compuesto de estacas de madera unidas con cuerdas, manteniendo un diseño sencillo que, lejos de interferir con el paisaje, lo realzará. De este modo, se ensalza al ficus como si fuera una pieza museística, aumentando su valor patrimonial y simbólico.
3. Renaturalización del entorno: El proyecto incluye la mejora del parterre donde se sitúa el ficus, incorporando vegetación autóctona y de bajo requerimiento hídrico. Esta intervención no solo embellecerá el espacio, sino que ayudará a revitalizarlo como un área natural dentro de la ciudad, contribuyendo al bienestar de la comunidad universitaria y los visitantes del campus.
4. Intervención urbana recomendada: Aunque no forma parte del proyecto inicial, se ha sugerido una actuación adicional para mejorar la conectividad y seguridad en la zona. Esta propuesta consiste en la creación de una plataforma única que unifique el entorno del ficus con la salida sur del Hospital de Marina, reduciendo la velocidad del tráfico que actualmente atraviesa la calle de Adarve de Artillería y mejorando la accesibilidad para peatones. Esta medida, que funcionaría como un badén natural, permitiría eliminar la separación entre el árbol y el edificio universitario, potenciando el uso del espacio como un área de recreo y tránsito peatonal.
El proyecto se ha diseñado con un respeto absoluto hacia el ficus, un árbol con un sistema biológico que requiere cuidados especiales para garantizar su conservación a largo plazo. Por ello, los apuntalamientos y demás intervenciones han sido pensados de manera que no interfieran con el crecimiento natural del árbol. Los soportes se colocarán con la supervisión de especialistas en arboricultura y se emplearán materiales sostenibles como madera tratada, resistente a la intemperie, lo que minimiza el impacto ambiental de la intervención.
Además, se realizarán inspecciones periódicas para evaluar el estado del árbol y sus apuntalamientos, ya que el crecimiento del ficus alterará las condiciones iniciales a lo largo del tiempo. También se aplicarán soluciones de amortiguación para permitir cierto movimiento en las ramas, simulando las flexiones naturales que ayudan a distribuir mejor las cargas y reducir el riesgo de fracturas.
Este proyecto no solo es relevante por la protección del ficus, sino también por el impacto positivo que tendrá en el entorno. El espacio, actualmente en desuso, puede convertirse en un espectacular área con vistas a la bocana del Puerto y en contacto directo con la Muralla de Carlos III, elementos patrimoniales clave para la ciudad.