El Gobierno regional ha publicado la resolución provisional de las ayudas destinadas al mantenimiento del cultivo tradicional del arroz en el Coto Arrocero de la Vega Alta del Segura, de las que se beneficiarán 48 agricultores, que recibirán casi 200.000 euros por el trabajo que desarrollan en 325 hectáreas de terreno ubicadas en los términos municipales de Calasparra y Moratalla.
Esta actuación forma parte de una línea de apoyo dotada con 499.950 euros, distribuida en tres anualidades, cuyo objetivo es preservar un paisaje agrario único, mantener la actividad económica asociada al arroz tradicional y reconocer el esfuerzo de quienes continúan aplicando técnicas heredadas durante generaciones.
La consejera de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca, Sara Rubira, destacó que "el Gobierno regional demuestra una vez más su compromiso con un cultivo que genera empleo, riqueza y futuro" y subrayó que "apoyamos a quienes mantienen vivo un paisaje único y una actividad esencial para el Noroeste de la Región".
Las ayudas están dirigidas a los agricultores que cultivan arroz mediante prácticas tradicionales, una labor que requiere más cuidados, más tiempo y más costes, pero que resulta indispensable para conservar los valores ambientales, paisajísticos y culturales del Coto Arrocero. Por ello, la ayuda establece una cuantía fija de 200 euros por hectárea, incluyendo también las superficies destinadas a rotación de cultivos, con el fin de compensar el trabajo añadido que exige este sistema productivo.
La línea se enmarca en las Intervenciones de Desarrollo Rural FEADER (PEPAC 2023-2027), diseñadas por la Comunidad para reforzar la sostenibilidad de los sistemas agrícolas tradicionales. La resolución de la propuesta provisional se publicó el pasado 10 de diciembre en el Boletín Oficial de la Región de Murcia (BORM).
Las ayudas están destinadas a agricultores cuyas explotaciones estén ubicadas, total o parcialmente, en el Coto Arrocero de la Vega Alta del Segura, y que realicen el cultivo con prácticas tradicionales cumpliendo los compromisos establecidos en la intervención.
Rubira recordó que "el arroz de Calasparra es un símbolo de la Región y un ejemplo de cómo la tradición, el paisaje y la agricultura pueden ir de la mano", y señaló que estas ayudas "permiten garantizar su continuidad y preservarlo para las futuras generaciones".