MURCIA. La empresa murciana Pastelería Gimar, especializada en la elaboración de magdalenas y bizcochos, cerró el pasado ejercicio 2019 con una facturación total cercana a los 4,5 millones de euros. “Este dato supone un crecimiento cercano al 20%, ya que en 2018 el volumen de negocio alcanzó los 3.800.000 euros”, señala Antonio Martínez Gilabert, consejero delegado de la empresa.
Además, la empresa murciana destinó durante el pasado año 400.000 euros para inversión en maquinaria para sus instalaciones ubicadas en el polígono industrial La Polvorista de Molina de Segura, lo que permitió sumar tres nuevas líneas de producción.
Pastelería Gimar, que cuenta con una plantilla que ronda las 30 personas empleadas, está asimismo inmersa en diferentes líneas de investigación en I+D+i, entre las que destacan las que se destinan a desarrollar productos sin azúcar o sin conservantes.
Otro dato significativo de 2019 para Pastelería Gimar fue la renovación por segundo año consecutivo de la norma de seguridad alimentaria más exigente a nivel internacional: la IFS Food 6.1, que está reconocida por la Global Food Safety Initiative (GFSI) para auditar empresas que fabrican alimentos o a empresas que empaquetan productos alimentarios a granel. Esta certificación -en la que Gimar consiguió un ‘higher level’- es “una herramienta imprescindible para continuar con el crecimiento de los últimos años”, señala su consejero delegado.
Pastelería Gimar, fundada en 1986 por Antonio Martínez López, es la empresa de referencia en la Región de Murcia en la elaboración de magdalenas y bizcochos, siempre siguiendo la receta tradicional e ingredientes de primera calidad. Una firma familiar, dirigida actualmente por la segunda generación y situada en Molina de Segura, que vende en todo el territorio nacional, así como en otros países como Italia, Francia y Portugal.