MURCIA. A pleno 6 de julio, cuando han pasado más de seis meses de la última de las tres Danas que asolaron el Mar Menor desde septiembre del año pasado hasta enero de este, el interior de varias playas de Los Alcázares aún están repletas de objetos arrastrados por los torrentes de agua que inundaron la localidad y que impiden que sean aptas para el baño.
Con las de La Concha, Carrión y Manzanares cerradas y con la bandera roja puesta por la cantidad de obstáculos y peligros que hay dentro del agua para los bañistas, un grupo de vecinos ha tomado la iniciativa y se ha echado al mar para intentar sacar la mayor cantidad de elementos arrastrados que puedan, al menos los más voluminosos.
Conos de los utilizados para señalizar las carreteras, toldos, hamacas, sombrillas, tapas de alcantarillas y un largo etcétera de elementos urbanos han sido los que han encontrado enterrados en la capa de fango y barro de "casi medio metro" que han hallado en la playa de Manzanares.
Y es que pese a la primera limpieza que hizo el Ayuntamiento con la contratación de un equipo de buceadores profesionales que retiraron los objetos más pesados, los obstáculos que aún hay dentro del agua hacen que el baño seguro parezca lejano, pese a que estamos en pleno verano.
La unidad de submarinistas contratada por el Consistorio utilizó detectores de metales submarinos, cámaras de fotos y vídeo, y boyas de balizamientos para los objetos de gran tamaño, pero se ha demostrado que no fue suficiente. Y es que los vecinos aseguran que "aún hay centenares de pequeños objetos dentro del agua y bañarse es un riesgo porque muchos son cortantes".