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primer edificio de la Región con certificado 'Passivhaus' 

La pionera 'casa pasiva' de La Alcayna que no necesita ni aire acondicionado ni calefacción

6/03/2022 - 

MURCIA. Si sabemos construir bien para vivir mejor con menos energía, entonces… ¿por qué no hacerlo? Esto es lo que se planteó el estudio murciano Zink Arquitectura a la hora de proyectar la llamada Casa para Eco en La Alcayna que, finalizada en 2019, se convirtió en el primer edificio de la Región con certificado 'Passivhaus' (consumo energético casi nulo). Esto le hizo ser noticia en diferentes medios, como la revista internacional 'Passivhaus Plus', de la que fue portada, además de la publicaciones especializadas 'AD' (La Nueva Casa) o 'Cuadernos de Arquitectura'.

Una vivienda confortable, saludable, ecológica y con la máxima eficiencia energética. Todo esto es Casa para Eco, proyectada en dos volúmenes diferentes y construida bajo la certificación de confort y alta eficiencia energética Passivhaus/Casa Pasiva, uno de los sellos de  calidad de la construcción de más prestigio y más extendido por todo el mundo. Este sello distingue a aquellos edificios que tienen una demanda de climatización muy baja, hasta tal punto que la necesidad de instalaciones de calefacción y refrigeración convencionales desaparecen, pero manteniendo un gran nivel de confort en su interior.

Desde Zink Arquitectura destacan que lo fundamental es que este estándar , además, "incentiva el buen diseño, combinando las técnicas pasivas y bioclimáticas con la tecnología más eficiente del mercado".

En consecuencia, uno de los principales objetivos del proyecto fue la reducción de la huella energética. Esto ha sido conseguido por el estudio murciano "no sólo aislando de forma óptima toda la vivienda, sino también a través de la captación de la máxima radiación solar posible en invierno y la reducción al mínimo durante los meses cálidos mediante el empleo de las propias formas de la arquitectura (voladizos, retranqueos, optimización  de la orientación de los huecos, etc.)".

Por otro lado, la obra se ejecutó con materiales de baja o neutra huella ecológica y de cero emisiones de compuestos volátiles orgánicos. La estructura, carpinterías y fachada ventilada se resolvió en madera y los aislamientos en viruta de madera reciclada (para SATE), corcho natural sin aglutinantes y lana mineral natural reciclada. En los acabados interiores se utilizaron, igualmente, lasures y pinturas ecológicas con bajos o nulos COVs, garantizando aún más la calidad del aire que se respirará.

Así, la planta baja -comedor salón y cocina- está orientada en el eje norte-sur, con vistas pasantes hacia la piscina y las zonas ajardinadas. El volumen de la planta primera está recubierto de una piel de lamas de madera y se orienta al sur con el objetivo de captar la radiación solar en invierno para las habitaciones. 

El resultado de esta combinación es que con un gasto inferior a cien euros al año la vivienda consigue mantener una temperatura de confort durante todo el año, como prueban los resultados de su monitorización. A estos datos se suma la instalación de 2,5 Kwp de energía fotovoltaica, que contribuye a reducir aún más su huella de carbono y rebajar aún más su factura energética.

El proyecto ha contado con Asier Elorza Echebarría/Arkitae como aparejador y project manager; y María José López Rodríguez para el interiorismo.

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