Fotos: Facebook Noelia Arroyo
CARTAGENA. Con el auditorio El Batel de Cartagena a rebosar y entregado, el cartagenero José Carlos Martínez -director de danza de la Ópera de París, donde en otros tiempos fue etoile (bailarín estrella)- fue largamente ovacionado tras presentar este martes en su ciudad natal, y por primera vez, la Gran Gala de Navidad-Estrellas de la Danza. Fue una oportunidad única de disfrutar del talento de grandes figuras de la danza que forman parte del Ballet Nacional de España y de la Compañía Nacional de Danza, pero también de artistas que desarrollan su trabajo en compañías internacionales, como fue el caso de primeros bailarines y solistas de las Óperas de Croacia y Bucarest.
Todos ellos, unos "seres mágicos" -como los ha denominado Martínez- que brillaron con luz propia con las coreografía elegidas para la ocasión. Pero, sin duda, la estrella que más relució durante esta representación fue la del propio cartagenero que hizo posible esta gala y que ha llegado a lo más alto del difícil mundo de la danza. Y es que Martínez ha sido, además, director de la Compañía Nacional de Danza, el único en coreografiar dos veces consecutivas el ballet del Concierto de Año Nuevo de Viena, además de haber realizado aplaudidas versiones como la de El Corsario y ser Premio de Honor de la Cultura en Cartagena.
El bailarín y coreógrafo -que estuvo rodeado en Cartagena de familia, amigos y admiradores (entre los que se encontraban la alcaldesa y otras autoridades)- tomó las riendas del ballet de la Ópera de París el pasado 5 de diciembre, poniéndose al frente de 154 bailarines que ofrecen unas 190 representaciones anuales; en un país que conoce bien y al que llegó para seguir formándose cuando tenía 14 años. Se trata de un nombramiento que ha hecho que sea entrevistado en medios franceses tan prestigiosos como Le Figaro (donde es José Martínez).
En declaraciones a Radio France, ha manifestado que el bienestar de los bailarines del ballet será una de sus grandes preocupaciones como director de danza de la Ópera de París. "Gran parte de mi trabajo estará dedicado a la gestión, que debe evolucionar con nuestros tiempos. Para ser gerente de una empresa hay que tener una verdadera visión artística, pero lo que aprendí con mi empresa en Madrid es que mi éxito como gerente viene del éxito de los demás. Tengo que ayudar a enriquecer las carreras de los bailarines", ha manifestado.