Fotos: JOSÉ FILEMÓN
MURCIA. Origami es la palabra japonesa que hace referencia al arte de doblar el papel para fabricar diferentes figuras y es, además, el nombre con que se ha bautizado a esta espectacular y exclusiva casa de Lorca, cuyos volúmenes crean espacios sorprendentes, desde su cubierta llena de pliegues a una piscina de apariencia 'flotante' cuya cascada se integra en un patio inglés en la zona del porche. Se trata de un proyecto diseñado por el estudio lorquino Juancho González Interiorismo, que busca romper con los moldes, desafiar las convenciones y dar rienda a la creatividad.
Cuenta Juancho González que "Casa Origami nació de la necesidad de reformar una vivienda existente, pero rápidamente evolucionó hacia la creación de un nuevo hogar desde cero, diseñado específicamente para satisfacer las necesidades y deseos del cliente". Para ello, e inspirándose en "la belleza y complejidad del arte del origami", ideó "una estructura que no solo ofreciese vistas inigualables sino que también maximizase el uso de la luz natural y el espacio".
Entre los muchos aspectos a destacar de esta original casa, se encuentra que "para asegurar las vistas despejadas y maravillosas, la vivienda fue elevada estratégicamente". Asimismo, la construcción presenta "formas geométricas únicas que destacan su estructura de hormigón", convirtiéndola en una obra escultórica.
De hecho, uno de los criterios del diseño de la casa y la urbanización de la parcela ha sido la liviandad y ligereza, potenciado por los ángulos de la cubierta de hormigón y dotando al conjunto de la sensación de edificio que flota. Contribuye a ello los grandes ventanas con formas irregulares, que conectan los espacios interiores con los jardines exteriores, proporcionando vistas panorámicas.
Otro reto para Juancho González fue llevar luz natural al sótano, donde además se ha creado un espacio de gimnasio y un estudio con un jardín minimalista. Uno de los elementos que más llama la atención es la piscina desconectada de la casa, que crea la ilusión de ser también una estructura flotante. Cabe destacar además el acceso a la vivienda a través e una pasarela conformada por unas plataformas escalonadas que se amoldan al desnivel del terreno y se iluminan de forma indirecta.
El diseñador asegura que el final de la casa ha sido el deseado, enmarcándose en "la tendencia actual de utilizar el diseño divergente para crear espacios funcionales y estéticamente impresionante".