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en el centro cultural Ramón Alonso Luzzy de Cartagena

Ela Fidalgo lleva los pecados capitales a su universo de color y puntadas: la mallorquina expone en La Mar de Músicas

Fotos: MARCIAL GUILLÉN (Efe)

18/07/2024 - 

CARTAGENA (EFE). Observar situaciones cotidianas de su día a día llevaron a la artista mallorquina Ela Fidalgo a reinterpretar los siete pecados capitales de la tradición judeocristiana desde una óptica actual y naif, a través de telas pintadas al óleo y cosidas con lana, con el objetivo de que cada espectador pueda viajar a sus propias vivencias desde los valores y la ética.

Esos siete pecados capitales se exponen desde este jueves en el centro cultural Ramón Alonso Luzzy de Cartagena en la exposición Paraísos perdidos, que forma parte de la programación cultural del festival La Mar de Músicas, cuyo cartel de este año es obra de la propia Fidalgo.

Durante la inauguración de la muestra, que se podrá ver hasta el próximo 1 de septiembre, la artista ha dicho sentirse agradecida por formar parte de este festival en una ciudad "que tiene tanta profundidad e historia y en la que están representadas todas las épocas" y de la que, gracias a su cartel, ella también formará parte.

Formada en el mundo de la moda, en la IED Fashion Lab de Madrid, la artista recondujo su carrera en 2016 hacia el arte contemporáneo y tanto el cartel del festival como la exposición del Luzzy beben de esas raíces e incorporan los materiales textiles como elementos centrales, que roban protagonismo al óleo y los acrílicos.

En materia de pintura, ha dicho, se considera autodidacta y está en formación, por lo que utilizar en sus obras la "herramienta textil", sobre la que tiene gran control, con lo que se siente más abrazada en sus creaciones.

El último abrazo es precisamente el título de la obra que sustenta al cartel y que representa la acogida y ayuda, tanto la personal, ha subrayado la artista, como la que brinda el Mediterráneo a los países que acoge, hermanándolos.

Esta edición de La Mar de Músicas, la vigésimo novena, está dedicada a las islas del Mediterráneo, usando ese mar como nexo común entre los artistas, cantantes, escritores y cineastas que pasarán por el evento entre el 19 y el 27 de julio, días en los que hay programas un total de 42 conciertos y una treintena de actividades culturales paralelas.

Paraísos perdidos está comisariada por Nacho Ruiz, que ha subrayado que el arte, más allá de un objeto, es “un proceso” y, en este, la artista ha usado ese proceso para reflexiona sobre asuntos como la sostenibilidad, la presión sobre la propia imagen, el sexo y las relaciones humanas, el sufrimiento o el llanto.

Así, el retablo central de la muestra, una obra de gran formato, ha explicado la artista, es una actualización del pecado de la lujuria en el que diversas figuras rodean en actitud sexual a una mujer a punto de dar a luz.

El resto de lienzos, también de grandes dimensiones, van recorriendo también el resto de los pecados capitales: una enorme montaña de basura que representa la gula, un Narciso ahogándose entre personas reflejadas en sus teléfonos para la soberbia, largas lágrimas de lana para la pereza o el miedo que generan las violencias machistas para la ira, entre otros.

Se trata de reflejar realidades duras, crudas, desde un aspecto naif, colorido, generando así un intenso contraste que despierta un carrusel de sensaciones entre los espectadores a través del universo visual de la artista. 

          

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