CARTAGENA. En una etapa marcada por la transición hacia las energías renovables, el Valle de Escombreras ha puesto el foco en la descarbonización y el hidrógeno verde como claves para su futuro industrial. Antonio Mestre, presidente de la Asociación de Empresas del Valle de Escombreras, analiza en esta entrevista los retos y oportunidades de este ambicioso proceso de reconversión. Para Mestre, el camino hacia la sostenibilidad pasa por la cooperación entre empresas, como los acuerdos innovadores entre Repsol, Bunge y Enagás, así como el respaldo de las administraciones públicas para facilitar los cambios necesarios en un entorno industrial tan especializado. Con la mirada puesta en la Agenda 2030 y el Acuerdo de París, Mestre destaca el papel que la tecnología, la economía circular y el hidrógeno verde jugarán en los próximos años, perfilando un Valle de Escombreras que aspira a ser referente en la sostenibilidad industrial y la competitividad global.
-Pregunta. El Valle de Escombreras está en pleno proceso de transformación hacia las energías renovables. ¿Cuáles han sido los mayores retos a los que se han enfrentado las empresas en esta transición?
-Respuesta. Los retos en este camino son continuos y se basan en dos pilares fundamentales. Por un lado, la necesidad de contar con empresas sólidas con capacidad de innovar y realizar las grandes inversiones que requiere la transformación industrial, y por otro el acompañamiento de las administraciones públicas para poner en marcha los mecanismos necesarios para agilizar la tramitación administrativa de proyectos y asegurar un marco fiscal y legislativo estable. A esto hay que sumar la falta de espacio en el Valle de Escombreras para el desarrollo de nuevos proyectos de generación renovable.
-¿Qué medidas concretas están tomando las empresas del Valle para reducir su huella de carbono y alinearse con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)?
-La industria ha sido un sector que, históricamente, ha estado a la vanguardia en la implementación de medidas para avanzar en la sostenibilidad de sus procesos y productos.
Las empresas del Valle de Escombreras hace tiempo que abandonaron la economía lineal y la del reciclaje. Hoy apostamos por la economía circular mediante tres líneas principales que encajan con los ODS como son el ecodiseño, la innovación y las alianzas.
En ecodiseño, se están rediseñando los procesos por completo, desde las materias primas a los productos finales para lograr una sostenibilidad rentable, y se está apostando por la innovación a través del desarrollo tecnológico, destinando inversiones que hagan realidad las ideas. En cuanto a las alianzas, se están generando sinergias entre las distintas empresas del Valle que nos permiten avanzar en la sostenibilidad de forma rápida, compartiendo riesgos, conocimiento y ventajas competitivas. En este sentido, tenemos ejemplos como el reciente acuerdo entre Repsol y Bunge, el primero de este tipo en Europa. Mediante este acuerdo estratégico, Repsol incrementa su acceso a las materias primas necesarias para producir combustibles 100% renovables, y Bunge da un paso adelante en su estrategia para crear rutas alternativas de descarbonización de las cadenas de suministro agrícola y de aceites. También se están desarrollando otros acuerdos entre diferentes empresas del Valle como un proyecto de hidrogeno renovable entre Repsol y Enagás.
A todo esto, habría que sumar las medidas de eficiencia energética en las instalaciones, ya sean domésticas, como el cambio en los sistemas de iluminación, o de mayor calado, como la instalación de equipos de alta eficiencia en plantas, electrificación de máquinas para reducir la huella de carbono, reducción de residuos o de la huella hídrica.
"Hoy apostamos por la economía circular mediante tres líneas principales que encajan con los ODS como son el ecodiseño, la innovación y las alianzas"
-El Plan General de Ordenación Urbana prevé un aumento del 30% en la superficie industrial del Valle. ¿Cómo afectará esta ampliación a la sostenibilidad y a los objetivos de descarbonización?
-La nueva ordenación es una cuestión que estamos esperando desde hace años y cuyo proceso esperamos que concluya lo antes posible.
El Valle de Escombreras tiene limitaciones de espacio tanto por su ubicación, como por la catalogación de algunos de los suelos en el plan general de ordenación urbana actual, que condiciona el desarrollo de proyectos.
Con el aumento previsto y la propuesta de una nueva calificación, se abre un nuevo abanico de oportunidades tanto para las empresas que ya están instaladas en el Valle de Escombreras y que quieren ampliar sus instalaciones con proyectos sostenibles, como para otras nuevas que quieran venir a instalarse.
-¿Cómo valora el papel del Valle de Escombreras en el desarrollo del hidrógeno verde? ¿Qué impacto cree que tendrá en la industria local y regional?
-El hidrógeno renovable se tiene que fabricar donde se vaya a consumir, y en este caso las empresas del Valle de Escombreras son consumidoras de hidrógeno por lo que tiene sentido que el Valle juegue un papel relevante. El reto respecto al hidrógeno renovable lo tenemos a nivel tecnológico. En la actualidad no existe ninguna planta como las que se han proyectado. La tecnología está testada a nivel de laboratorio, pero no a escala industrial, lo que supone, como comentaba al principio de la entrevista, que tengamos que contar con empresas con capacidad para hacer grandes inversiones, y del acompañamiento de las administraciones públicas para la tramitación de proyectos y autorizaciones.
En el futuro, posiblemente será un vector clave para el transporte, pero, de momento, tenemos que conseguir que la producción de esa molécula a gran escala sea una realidad sin olvidar la competitividad. Hoy fabricar hidrógeno renovable es 5 o 6 veces más caro que el hidrógeno tradicional, por lo que habrá que equilibrar esa balanza para que sea un producto competitivo y asequible para el consumidor final, conforme avance la legislación y las tecnologías.
"El Valle tiene limitaciones de espacio tanto por su ubicación, como por la catalogación de algunos de los suelos en el plan general de ordenación urbana actual"
-El Valle de Escombreras es un referente en tecnología e innovación. ¿Qué nuevas tecnologías están explorando las empresas para continuar con la transición energética?
-La I+D+I es una identidad en las empresas de Escombreras, porque solo a través de la tecnología y la innovación se podrá avanzar en la sostenibilidad y competitividad.
Hay varias empresas que están trabajando con nuevas tecnologías aplicadas a sus procesos. Es el caso por ejemplo del gemelo digital, que supone la creación de plantas o procesos en un entorno digital y que te permiten simular el comportamiento, por ejemplo, de un equipo cambiando variables.
En este sentido, la inteligencia artificial aplicada a operaciones y procesos está siendo clave y marcará el camino en los próximos años.
Otro ejemplo que hace visible nuestro compromiso es la planta de combustibles 100% renovables que se ha puesto en marcha en el Valle de Escombreras y que es la primera de España de este tipo, siendo un proyecto disruptivo en el ámbito de la movilidad sostenible y su descarbonización.
-¿Cómo vislumbra el futuro del Valle de Escombreras en los próximos 10 o 20 años, tanto en términos industriales como medioambientales?
-Van a ser años de transformación en un entorno volátil e incierto. Las industrias deben alinearse con el acuerdo de París, la Agenda 2030 y estar muy atentas a la legislación europea para poder lograr un esquema competitivo que permita que el Valle siga siendo un referente industrial de empleo, tecnología, respetuoso con su entorno y capaz de seguir generando valor social y económico.
Para conseguirlo es necesaria la colaboración de todos, empresas, clientes, proveedores, instituciones públicas, universitarias, etc… y por su puesto del capital humano, que será clave para este futuro y que debemos capacitar para las nuevas formas de trabajo, y tecnologías.
Según un estudio de la Universidad Politécnica de Cartagena, la actividad de las empresas del Valle de Escombreras supone el 39.2% del sector industrial de la Región de Murcia. Con los nuevos proyectos, las empresas del Valle continuarán siendo un motor económico e industrial para la Comunidad Autónoma, y por supuesto fuente de generación de empleo de calidad.
"Van a ser años de transformación en un entorno volátil e incierto. Las industrias deben alinearse con el acuerdo de París, la Agenda 2030 y estar muy atentas a la legislación europea"
-¿Cree que los marcos regulatorios actuales favorecen o entorpecen el desarrollo industrial y sostenible en la región?
-Los marcos regulatorios, siempre que sean estables, permitan a diferentes tecnologías competir entre sí y estén actualizados son buenos. El problema viene cuando se apuesta solo por una tecnología, pensando más en razones ideológicas que científicas. Debemos promover la investigación y que sean los expertos los que indiquen cuáles son los caminos para avanzar hacia los objetivos que nos hemos marcado como sociedad. Solo así seremos capaces de construir un tejido productivo que sea competitivo respecto a otros mercados.
En la Región de Murcia se están dando pasos positivos en este sentido como el nuevo plan general de ordenación urbana o la agilización de tramitaciones administrativas. Sin embargo, aún es necesario seguir avanzando en este sentido. Le pongo un ejemplo. En la Región de Murcia tenemos un déficit importante en infraestructuras eléctricas que son necesarias para el desarrollo futuro del Valle y de la Región.
