MURCIA. "El Trasvase Tajo-Segura se podrá cerrar o no, pero no se pueden decir tonterías sobre él". Por ejemplo: "Una de las falsedades es que el Tajo está seco y está afectando a Portugal". Repleta de sentencias como esta, el ingeniero José Vicente Benadero dio este jueves una conferencia titulada 'Pensamientos mágicos: lo que deberíamos saber sobre el Trasvase Tajo-Segura', organizada por el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de la Comunidad Valenciana. "A Portugal le entran 6.616 hm3 al año frente a la media de 334 hm3 que llega al Segura. No hay ningún problema con Portugal: olvidémonos", expuso Benadero.
El ingeniero, que es vocal de la Junta Rectora de la Demarcación de la Comunidad Valenciana, quiso dar "información" sobre un asunto tan capital que "levanta pasiones" y depara "posturas muy enfrentadas". Por lo que toca "enterarse y no decir cosas absurdas", dijo en el arranque de su coloquio, en el que durante más de una hora disertó siempre con un tono informal y sin pelos en las lengua. Cada vez que dejaba una lección, avisaba: "Eso es un pensamiento mágico".
Comenzó con un recorrido histórico. Ya en 1902, en tiempos de Alfonso XIII, se hizo una primera mención al Trasvase en un plan. En 1933, el Plan de Obras de Lorenzo Pardo confirió el Acueducto en términos muy similares a los actuales. Pero no se retomó el proyecto hasta 1971, cuando se incluyó en un plan de desarrollo. Las obras empezaron en los setenta y, como es sabido, se inauguraron en 1979, aunque el Trasvase no se puso en marcha con normalidad hasta 1980.
"Me duele mucho que critiquen que en aquella época se planeara trasvasar 1.000 hm3", lamentó Benadero. "En 1971 no había tecnología ni ordenadores. No había sobreexplotación ni tampoco se pensaba en el cambio climático. Es muy fácil criticar a posteriori. 1.000 hm3 era entonces razonable; hoy en día no". También hizo referencia a otros puntos clave de la historia, como el famoso Memorándum de 2013. "Fue una especie de 'no nos vamos a hacer daño", expuso el ingeniero. "Pues no fue más que un acuerdo para dar seguridad jurídica al Trasvase, aunque, por contra, se hizo una concesión en el nivel del embalse, al pasar de 240 a 400".
Durante su exposición quiso dejar claro que no "existe el derecho al agua sino el derecho al uso del agua", matizó. Y que la cuenca del Segura, "por ley", tiene derecho al uso de excedentes del Tajo. "Y si no hay excedentes, te quedas sin agua y te aguantas", enfatizó, subrayando que el agua es un bien valioso que no se suelta aleatoriamente, sino que se envía para "atender un demanda o porque se necesita".
También explicó conceptos básicos como las reglas de explotación, que a su juicio son las "normas de cómo te puedes llevar agua para no pasar hambre". Y aprovechó para "reñir a Castilla-La Mancha, la Comunidad Valenciana y la Región de Murcia" por sus cuitas judiciales cada vez que se trasvasa agua. "Si te dan 20 hm3, La Mancha presenta una demanda; si te dan 7,5 hm3, Murcia y Valencia demandan. ¡Ya está bien!", exclamó, convencido de que "el agua que te llevas es la misma". Para él, las reglas de explotación son "matemáticas, son habas contadas": "Dejemos de ir a los tribunales".
Y, por supuesto, abordó los caudales ecológicos mínimos, el punto central del nuevo plan hidrológico del Tajo que ha levantado toda la polvareda actual y que ha llevado a los Gobiernos de Murcia y Valencia a emprender acciones legales para frenar el recorte de los envíos de agua para los próximos cinco años. Para Benadero, los "caudales ecológicos no son una demanda, sino que son una restricción". También mostró, con números en la mano, que las cifras pesimistas cuadran: "La ministra [Teresa Ribera] no nos ha engañado cuando dijo que se van a perder entre 70 y 110 hm3". Pues si el Trasvase da ahora una media de 337 hm3 pasará a dar 230 en los próximos cinco años.
Reflexionó, eso sí, que los caudales ecológicos "no son un fin en sí mismo", sino que son "una medida para cumplir los objetivos ambientales". Según su criterio, el verdadero objetivo deberían ser las causas reales del mal estado de las masas de agua y las medidas efectivas para lograr su buen estado. También dejó otros dardos: "No digamos tonterías. Madrid sí depura y cumple la directiva de agua residuales. Pero cuando metes 500 hm3 de aguas residuales, las tienes que depurar más de lo normal, porque si no salen muchos nutrientes".
Otro pensamiento mágico: "Es mentira que Europa te obligue con los caudales ecológicos. No están recogidos en la directiva marco del agua. Es nuestra legislación española la que ha puesto los caudales ecológicos". También hizo referencia a otro mantra: las sentencias del Supremo que advierten de los caudales ecológicos. "Lo que dicen esas sentencias es que en el plan anterior no pusiste un caudal ecológico y tienes que ponerlo".
"Hay que cambiar el método de cálculo de los caudales ecológicos", concluyó el ingeniero. "Se ha demostrado que algo falla aquí, porque hay un cierto grado de arbitrariedad" sobre las diferencias entre Talavera y Toledo con Jarama y Aranjuez. Además, Benadero considera que el problema del Tajo no está causado por la falta de caudales ecológicos, sino que los problemas "reales del eje del Tajo se resolverán cuando se hayan aplicado las medidas necesarias en materia de saneamiento y depuración -y no la dilución, que está prohibida, apostilló-, así como las de restauración hidromorfológica y recuperación del bosque de ribera donde localmente esté afectado". En definitiva, zanjó, "hace falta más medios para las confederaciones hidrográficas y más ingeniería".