MURCIA (EP). El transporte urbano por autobús ha descendido en la Región de Murcia en enero un 63,4% en la comparativa interanual, la mayor caída por comunidades autónomas, tras registrar una cifra de casi 650.000 viajeros, frente a la media nacional, que ha sufrido una disminución del 52,6% de viajeros tras contabilizar 73,3 millones de usuarios.
Según los datos facilitados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la bajada sitúa a la Región de Murcia como la comunidad con mayor retroceso, seguida de Madrid (62,5%), Extremadura (59,8), Comunidad Valenciana (56,1%), Castilla la Mancha (61,9%), Castilla y León (52%) y Andalucía (51%).
A nivel nacional, el número de usuarios del transporte público bajó en enero un 51% en tasa anual, hasta los 207 millones de pasajeros.
Por su parte, el número de viajeros que optó por viajar en avión para desplazarse por el interior del país se desplomó un 74% el pasado mes de enero respecto al mismo mes de 2020.
En total, sólo 776.000 viajeros usaron el avión en enero para sus desplazamientos, mientras que los viajeros que utilizaron el AVE sumaron 382.000 usuarios, un 77,2% menos que en igual mes de 2020.
Que se haya reducido el uso del transporte público supone un aumento del vehículo privado, aunque los movimientos en la Región y fuera de ella se han visto también limitados por los cierres perimetrales y municipales.
El automóvil es el medio de transporte que más impactos provoca, que resulta más caro, y el que más energía consume. El consumo energético total del automóvil –incluyendo el consumo de construcción del vehículo, de la infraestructura y el mantenimiento de la misma– a tasas de ocupación reales es casi el doble que el del cercanías y el del metro, y más de cuatro veces que el del autobús. Es importante concienciar de que el transporte público, por viajero, ocupa 50 veces menos espacio y emite un 70% menos de dióxido de carbono que el vehículo privado. Los automóviles son responsables del 80% de emisiones de NO2 debidas al tráfico y del 60% de emisiones de partículas.
Datos globales de la Agencia Europa del Medio Ambiente (EEA) apuntan que el ferrocarril comporta cinco veces menos emisiones que el transporte de pasajeros en carretera y 9 veces menos que las del avión según informa Adif.
En España, por ejemplo, según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE), el sector del transporte es el mayor consumidor de energía final (en torno al 40% total). Además, es el mayor emisor de dióxido de carbono (por encima del 30% de las emisiones totales) ya que la mayor parte de la energía utilizada en el transporte proviene de combustibles derivados del petróleo.
La exposición a la contaminación atmosférica provoca serios efectos sobre la salud de las personas: irritación de ojos, superficies mucosas y pulmones, incrementos en la mortalidad total, mortalidad por enfermedades respiratorias y cardiovasculares, pérdida de funcionamiento pulmonar y riesgo de incidencia del cáncer de pulmón. Estos contaminantes son más perjudiciales para las personas más débiles: personas mayores, menores de edad y asmáticos o personas con problemas de respiración son las más sensibles. Ecologistas en acción informa de resultados que suponen que, en el Estado español, más de 18 millones personas (de 35 millones evaluados) viven en lugares con aire contaminado y se producen 16.000 muertes prematuras al año relacionadas con la contaminación atmosférica.