MURCIA. Javier, un soldado raso del cuarto batallón del bando republicano, monta guardia en la entrada de una trinchera. Está atardeciendo. Este será el punto de partida de El soldado bajo la higuera, el cortometraje que el joven cineasta murciano Mario Suárez tiene proyectado rodar en el Saladar de Lo Poyo, un espacio protegido a orillas del Mar Menor, entre las playas de Los Urrutias y Los Nietos. En este paisaje formado por antiguas salinas abandonadas se realizará este corto, en un único plano secuencia, que relatará los últimos momentos de vida de un joven soldado durante la Guerra Civil española.
Según indica el equipo de producción en la plataforma de crowdfunding Verkami -donde tienen como objetivo lograr 2.000 euros de financiación-, el proyecto se encuentra en la fase de preproducción, estando previsto el rodaje para marzo de 2023, ya que "queremos sacar los mejores colores del atardecer". La post-producción se realizará durante los meses de abril y mayo, para comenzar con la distribución del corto de cara al verano.
En El soldado bajo la higuera, Javier -al que dará vida el actor Álvaro Cañaveras- "monta guardia en la entrada de una trinchera que hay al Este del Campo de Cartagena. Está atardeciendo. El joven soldado enciende un cigarro y habla para sí. Repasa las cosas que detesta del escuadrón, lo mucho que odia las gachas o el agujero que tienen sus botas. Cada vez, el monólogo interno se vuelve más profundo. Sueña con montar una granja de cerdos junto a un arroyo y pedirle a María que se escape con él esa misma noche. Imagina una vida que nunca podrá tener. El tiempo corre y, como el humo del cigarro, se consume. Es peligroso tener sueños cuando eres un soldado", relatan los promotores del cortometraje.
Explican que la historia se inspira en la obra Escuadra hacía la muerte de Alfonso Sastre y en la poesía de Federico García Lorca, planteándose "como una suerte de relato corto, casi una fábula, que nos habla de lo efímero del tiempo y de lo importante de vivir el ahora".
El equipo de trabajo está formado por diferentes profesionales del sector y compañeros graduados de la Escuela de cine de Madrid (ECAM). "Contamos con grandes jefes de departamento como Carlos Cánovas, director de Sonido 43", destacan, al tiempo que se definen como "un equipo joven, pero con experiencia, con ganas de trabajar y hacer lo que más ama: cine".
Las aportaciones de la campaña de crowdfunding irán destinadas al desarrollo, preproducción y rodaje del cortometraje, que al estar ambientado en la Guerra Civil española "conllevará diversos retos, tanto de caracterización como de diseño artístico. Recrear una trinchera y un campo de batalla será la principal misión del departamento de arte". Además, añaden que "contaremos con efectos visuales y prácticos que también ayudarán a generar la ambientación deseada, como columnas de humo, explosiones, fuego real, etc". Otra parte del presupuesto se destinará al alquiler de material fílmico profesional, ya que "queremos ofrecer la calidad visual y sonora que la historia merece".
