CARTAGENA. Dirigir el Puerto de Cartagena es una actividad muy codiciada incluso por personas inteligentes y capaces de ganarse holgada y honradamente la vida fuera de la política. Se trata de una institución de gran importancia para la Región, que mueve muchas mercancías y personas, que influye notablemente en su entorno, con fondos para subvencionar proyectos de interés y, factor nada irrelevante, con un cuantioso salario, una magnifica residencia, un automóvil oficial con conductor y un barquito de libre disposición.
La Autoridad Portuaria es nombrada formalmente por el Ministerio de Fomento a propuesta del consejo de Gobierno autonómico cuyo candidato, a su vez, proviene de la consejería de Fomento. Teóricamente habría que esperar a que el presidente Miras nombre al consejero que le presente Vox, pero resulta que el nombramiento de esa Autoridad no fue incluido, quizás por despiste, en el pacto de Gobierno con el PP. Uno no puede estar en todo y se le puede escapar ese detalle a la hora de negociar. O también puede ser que nadie de Vox mostrase interés, o se le atribuyese capacidad, para ocupar ese puesto. Sea como sea, parece ser que será el presidente Miras quien elija al agraciado, aunque Quino Segado, cartagenero que ya desempeñó esa tarea, tendrá mucho que decir.
Durante un tiempo se especuló con la idea de nombrar a Gestoso, pero eso era antes de que se percatasen que no habían incluido el puesto en el pacto. Además, Gestoso siente la obligación moral de seguir al frente de sus huestes en el Ayuntamiento, donde sus relaciones políticas con Ballesta tienen sus altibajos. Mucho mérito tendrá Gestoso si aguanta toda la legislatura en la Glorieta, pues negociar con un Ballesta apoyado en una mayoría absoluta puede agotar al más pintado.
Total, que nadie se imaginaba quién podría ocuparse del Puerto. De repente volvió a correr el rumor de que podrían recurrir al abogado Andrés Ayala. Desde luego, daría el perfil. Cartagenero, muy inteligente, con iniciativa, con agenda, con experiencia política y de gestión... Además, con buen conocimiento del sector portuario por haber participado en la elaboración de leyes relacionadas con ese mundillo.
Los previos rumores estallaron durante la sesión parlamentaria de nombramiento de Miras. Por la Asamblea apareció Ayala, sin que nadie le prestase excesiva atención. Como diría la portavoz del Gobierno español para obviar a Felipe González, Alfonso Guerra y compañía, en el PSOE ahora manda otra generación. Y eso también ocurre en el PP, lo que sacaba a Ayala del centro de atención. Los políticos en ejercicio tienen un especial olfato para intuir a quién les conviene aproximarse en cada etapa. Yo mismo supe que iba a ser relevado cuando el presidente Valcárcel, durante un ardoroso debate con la socialista Begoña Retegui, gritó "para estar así, ¡casaos!". Aunque lo mismo dijo "casaros". Daba lo mismo: todo el mundo lo entendió. Fue mágico. Al acabar la sesión no solo Retegui estaba indignada, lo que no era infrecuente en ella, sino que los diputados me miraban raro. O eso me parecía a mí.
Bueno, pues algo parecido le pasó a Ayala en la Asamblea, solo que al revés. Intentando tenazmente saludar a unos y otros, fue entrevisto por Cuca Gamarra, tan próxima ahora a Feijóo. Sea porque Cuca no es de otra generación, sea porque guardaba buenos recuerdos de Ayala, se acercó a él y lo saludó afectuosamente. Sin llegar al pico rubialesco, fue suficientemente cordial para que de repente mucha gente sintiese la imperiosa necesidad de saludar a Ayala. Al terminar la reunión, si yo había salido implícitamente destituido, él salió implícitamente nombrado Autoridad Portuaria.
Consultadas las oportunas fuentes locales, contestan con una doble negativa. Nadie le ha ofrecido el puesto a Ayala y él se negaría a aceptar si se lo propusiesen. Su bufete va de maravilla y ya tiene cierta edad (es de otra generación). ¿Cómo interpretar todo esto? No lo sé. En 1998, huido el deseado catedrático Justo Nieto a Australia, el presidente Valcárcel me llamó a Sevilla para ofrecerme, a propuesta de la consejera Cristina Gutiérrez Cortines, el rectorado de la UPCT. Pues bien, lo primero que me dijo es que no se lo dijese a nadie. Y yo cumplí. A la vista de ese precedente, se me hace difícil saber si Ayala guarda en secreto una oferta presidencial o todavía no existe esa oferta. Y tampoco me es fácil discernir si aceptará en caso de que llegase esa oferta. Lo único que sé es que, si llegase a prosperar, Ayala lo haría igual de bien que Adrián Viudes. O mejor todavía, que reúne las condiciones y estaría motivado para superarlo. Y eso sería bueno para el Puerto y, por ende, para Cartagena y el resto de la Región.