MURCIA. Las torres vigía, los molinos de vela latina, los barcos conocidos como falúas, el desarrollo de la actividad de las salinas, los baños en los balnearios... y sobre todo un paisaje que nunca volverá. Todo esto se puede rememorar gracias a las imágenes que en el siglo XIX y principios del XX captó con su cámara estereoscópica el político murciano Luis Federico Guirao Guirada (1848-1921), un enamorado de la fotografía que, cuando sus obligaciones en Madrid se lo permitían, regresaba a su amado Mar Menor para practicar otra de sus pasiones, la navegación a vela. Esa confluencia de intereses y una mirada curiosa ante escenas que no se podían contemplar en la capital dio como fruto una serie fotográfica que gira en torno a la laguna salada -sus gentes, construcciones, costumbres y oficios-, que actualmente pertenecen a la colección de la fotógrafa e investigadora María Manzanera. Un tesoro que esta historiadora ha querido compartir con los murcianos a través de la exposición Lo llamaron Mar Menor, que hasta el 3 de julio se puede contemplar en la sala Glorieta Uno del Ayuntamiento de Murcia.
Son en total 40 fotografías, divididas en la muestra por temáticas, las que componen la exposición, seleccionadas del total de 60 que realizó Guirao sobre el Mar Menor y que conserva Manzanera (quien es la propietaria de una colección compuesta por cerca de 600 fotografías del político murciano). La investigadora muestra estas imágenes en un momento en el que la laguna, tristemente, vuelve a protagonizar titulares, para reivindicar "la recuperación de este patrimonio" de la Región de Murcia. "Son fotografías que hay que mirar con cariño, para ver lo que nos muestra, pero también aquello que ya no existe", ha asegurado María Manzanera en la inauguración de la exposición.
Porque lo que captó Guirao Guirada no responde a la mirada de un científico, sino de un murciano que se reencontraba con su Mar Menor y con escenas que añoraba en su despacho de Madrid. Así, fotografió a los pescadores, humildes y trabajadores; los barcos que faenaban en estas aguas, así como las embarcaciones de recreo; o, por ejemplo, la torre vigia de la Encañizada en la que es la única imagen que se conserva de esta construcción creada para avisar de las incursiones de los berberiscos. "No hay imágenes de playa", señala Manzanera; por la simple razón de que entonces no las había. Sí que se puede contemplar "una escena encantadora" en una orilla llena de conchas de La Chapineta.
"Las imperfecciones de imagen que se ven en las fotografías son debidas a la huella que dejó el tiempo en las placas originales, que no fueron conservadas en las condiciones indóneas", advierte un cartel en la exposición, que reúne una delicada selección de imágenes realizadas con la técnica estereoscópica obtenidas a partir de negativos.
La exposición Lo llamaron Mar Menor, comisariada por Luisa Cano Martínez, supone mirar al pasado para conocer mejor la historia de un Mar Menor que conoció tiempos mejores. Así el alcalde, José Antonio Serrano, ha destacado que "las tristes circunstancias que rodean a nuestro Mar Menor, tan querido por los murcianos y por todos los españoles, hacen más necesaria que nunca una exposición de fotografías que reflejan la riqueza de un mar singular en una época en que estaba limpio al tiempo que sus orillas estaban muy poco pobladas y era un lugar rico para la pesca".
Luis Federico Guirao (1848-1921) fue diputado en las Cortes y senador del Reino, cuya vida transcurrió entre Madrid y Murcia. Viajero infatigable y amante de la música y el arte, su fortuna le permitió adquirir los últimos adelantos en materia de fotografía, así como en cuanto a embarcaciones. Gracias a la pasión de María Manzanera por la fotografía antigua y su trabajo de investigación, siglo y medio después los visitantes de esta exposición pueden ver por los ojos de aquel político murciano y maravillarse ante las mismas escenas que tuvieron el Mar Menor como escenario.