Una de las administraciones más populares de la Región ya cuenta las horas para su gran día: el Sorteo de la Lotería de Navidad. Miguel Ángel Zapata reconoce que este año se nota más movimiento en la administración. “Por ventanilla se nota más gente, más frecuencia; estamos en torno a un 12-13% más de venta que otros años”, explica. Aun así, recuerda que todo es provisional hasta el 22 de diciembre, porque el grueso de la venta llega siempre en la última semana y las cifras pueden variar mucho.

Cuenta que, a diferencia de otras temporadas, no percibe esa búsqueda obsesiva por números concretos. “La gente viene a por un décimo, sin más. No buscan un número especial, solo llevarse la suerte”, dice. Y quizá por eso están viviendo un flujo constante de compradores que quieren participar sin supersticiones añadidas.

De cara al día del sorteo, en El Perolo mantienen su ya tradicional fiesta de la Lotería. Instalarán un tráiler con pantalla gigante para seguir en directo el sorteo, y volverán a preparar su “arroz al caldero gigante”, además de migas, vino, jamón y cerveza para todos los vecinos, clientes y curiosos que se acerquen.

Pero este año habrá un momento especialmente emotivo: el homenaje a Clive Arrindell, el histórico “cargador” de la Lotería. Vendrán su hermana y un amigo cercano, y la administración descubrirá un adoquín dorado dedicado a él dentro del “camino de baldosas” que han creado con los 48 premios mayores repartidos en la última década. “Va a ser muy bonito y muy sensible. Tener aquí a su hermana, que es lo que queda de él en la vida, es un lujo. Clay le puso imagen a la ilusión”, subraya Miguel Ángel.

En estos días previos admite que viven en un estado permanente de nervios y expectativa. “Nos levantamos por las mañanas deseando dar el Gordo”, comenta. Aun así, sabe que todo depende de “una bola de 18 milímetros y 3 gramos”. “Si cae el Gordo, triunfamos; y si no, también, porque lo disfrutamos igual”, apunta Zapata.

Este año, la administración El Perolo cumple este año 2025 diez años y lo ha celebrado con una serie de episodios en los que hace un repaso acerca de la suerte. Pocas administraciones tienen a la Lotería de Navidad y todo lo que la rodea la estima que esta administración de San Pedro del Pinatar. Con motivo de su décimo aniversario, su dueño, Miguel Ángel Zapata, ha cumplido un sueño que venía barruntando desde hace años. Una ruta, desde San Pedro hasta Madrid (782 kilómetros), en los que se ‘encuentra’ por el camino a siete amigos con los que va reflexionando sobre la vida y la suerte, ese concepto en el que algunos creen, otros no, pero que sin duda “existe”, afirma Zapata. “Durante 7 etapas, he caminado junto a personas como Pepa Aniorte, Jordi Sánchez, Nacho Guerreros, Kike Quintana, Rafael Narbona, Fernando Romay y Alfonso Delgado (El hombre que emocionó a un país entero). En cada lugar simbólico —las salinas, el Santuario de la Esperanza, los Chorros del Río Mundo, la Ciudad Encantada, los Molinos de Consuegra…— hemos colocado una piedra con el logo de la ruta y una placa con el nombre del acompañante. Son huellas físicas de una experiencia íntima, visual y filosófica a la que ya se unen restaurantes y Hoteles para dar cobertura y servicio a los peregrinos que quieran realizarla”, cuenta Zapata como carta de presentación de los siete episodios de esta Ruta de la suerte.