Aida Escudero: "La música lo cambia todo, es el alimento del alma"

MURCIA. El pasado viernes realicé una entrevista a Santiago Segura y Borja Crespo con motivo de su charla en la Comicteca de la Biblioteca Regional de Murcia. En ella, nombraba a una chica misteriosa que, con una sutileza y una empatía extraordinaria, hizo sucumbir al mismísimo Torrente, al conseguir que se hiciese una foto con un instrumento musical: una flauta travesera. Tal fue el interés que despertó en todos los que allí estábamos que quise darle continuidad al guion de esta historia y decidí entrevistar a esta atrevida y a la vez enigmática mujer, a la que puse el sobrenombre de la chica de la flauta. Se llama Aida Escudero. Capaz de emocionarse delante de ti al recordar un pensamiento, una añoranza de la niñez o una canción. De regalarte la mejor de sus sonrisas para inmortalizarla en una foto. Profesora de música, no llega a comprender cómo los niños de hoy van tan sobrecargados de actividades. Compatibiliza la música con sus estudios para opositar a las Fuerzas del Estado. Estoy convencido que su seguridad y profesionalidad sobre un escenario, sabrá llevarla a otros ámbitos, pero sin dejar a un lado para el bien de la música, su gran pasión: la flauta, las actuaciones musicales...y su público.

Aida, cuando entras en escena, sea en un concierto o en un evento privado, ¿notas la diferencia en los presentes antes y después de empezar a tocar la flauta?

Siempre he dicho que la música lo cambia todo. La misma situación, sea una discusión, una boda, un evento, si aparece la música, no tiene nada que ver cuando no la hay. También conocer qué música debe tocarse para ese determinado momento. Pero ya con sonar música de fondo, cambia todo.

¿Qué tipo de música escuchas para buscar ese momento de bienestar?

Lo que más me alegra, tanto en los buenos como en los malos momentos y esto se lo debo a mi profesor de flauta travesera en el Conservatorio de Murcia, Ginés Abellán, es la música funky y el jazz. Son estilos que a mí me encantan y me dan energía.

¿Existe un estilo de música para un momento del día, bien sea de tristeza, alegría, euforia e incluso para la sociabilización?

La musicoterapia lo que hace es utilizar tipos de música para tratar enfermedades, estados anímicos, depresión. Con la música de Mozart se produce lo que llaman el efecto Mozart. Se ha estudiado y tiene resultados muy positivos por ejemplo en personas que les cuesta expresarse o tienen tartamudez. Les ayuda a elaborar las frases y a comunicarse mejor. También me he dado cuenta que lo que a unos les anima a otros les deprime: y al revés.

¿Qué sentiste en el momento de actuar en la presentación de la feria del libro de Murcia 2021?

Ese día la verdad es que sentí muchas emociones juntas porque con el tema de la pandemia me han cancelado dos giras con la Orquesta de Madrid, con la que hice la gira de Miguel Ríos, dos conciertos importantes, todo el tema de eventos. La canción que toqué fue muy emocionante porque hemos pasado durante la pandemia nuestros momentos malos y aparte de esto cada uno en su situación personal que para mí tampoco fue fácil. Cuando el presidente de la Feria del Libro me dijo "elige una canción, dos canciones, lo que tu quieras", yo al poco de pensarlo, me vino una canción de Whitney Houston que siempre que la he escuchado me ha emocionado mucho, ya que tiene mucha fuerza. Cuando vi por primera vez el videoclip -porque yo toco de oído, voy escuchando, voy tocando sin partitura- y observo a los deportistas llegando a la meta, llorando de emoción, me puse a llorar yo también y no pude seguir tocando. Me dije: esta canción tiene que ser para un momento especial y la tenía guardada en el cajón. Mi intención era hacerlo lo mejor posible y que llegara esa emoción a todos los presentes ese día, como conmigo lo hizo.

¿Te ha condicionado tu entorno familiar en el hecho de dedicarte a la música?

Pues mira, sí me condicionó porque de pequeña escuchaba mucha música clásica en casa. Mi padre era profesor de matemáticas pero él y mi madre iban a la coral. Él tocaba la guitarra. Siempre ha habido música en mi casa. Escuchaba jazz, música clásica, los Beatles, los Rolling Stones, los Bee Gees. Mi madre, estando embarazada de mí me ponía música, me cantaba. Una de las canciones que escuchaba en el vientre era la de Chiquitita, del grupo musical Abba. Se ve que tengo ese recuerdo y cuando la he escuchado ya de mayor, no puedo evitar ponerme a llorar como una magdalena. La música tiene tal poder que te hace desarrollar una sensibilidad y una empatía con todo.

¿Qué crees que aporta la música a las personas?

Aunque suene cursi, hablo en un plano más interior, metafísico y también físico, la música es un alimento para el alma. El doctor japonés Masaru Emoto realizó un experimento que muestra las diferentes formas de cristalización del agua según el tipo de composición musical que le pongas. Se forman estrellas homogéneas pero de distintas siluetas. Demuestra que la vibración nos afecta físicamente. Al fin y al cabo, el ser humano está compuesto en su mayoría por agua.

Aida, ¿en qué crees diferenciarte de otros músicos que tocan la flauta travesera?

Siempre me han dicho que tengo un estilo característico, personal: propio. No sabría definirme dentro de mi forma de tocar. Soy como Tris, la protagonista de la película divergente, que no encaja en ningún sitio en concreto. Tengo muchos campos abiertos, pero no me centro en uno en concreto. Me gusta mucho la música clásica, disfruto muchísimo cuando estoy en orquesta, tener papeles de solista. Tuve la oportunidad de tocar como solista en el Auditorio Nacional con una orquesta y lo disfruté muchísimo. Es algo que me llena. Cuando toco sola con bases de fondo, también disfruto. El flamenco también me llega. Escucho bastante al flautista Jorge Pardo y ya no sólo de flauta, sino otros artistas del mundo flamenco, de Jazz. Por eso no sabría decirte qué estilo me define, pero los que me han oído tocar, me han comentado que es un estilo que les llama la atención, que les gusta y que les llega. Siempre he puesto toda mi energía y mis emociones a la hora de hacer música.

¿Has cumplido tus sueños musicales?

En parte sí, porque con la gira de Miguel Ríos la verdad que toqué en muchísimos auditorios y estadios de España donde no había tocado antes y es impresionante lo que se siente en ese momento: miles de personas escuchándote; el momento que salía Miguel Ríos y escuchar a todo el mundo gritar de emoción. Se me ponen los pelos de punta de recordarlo. Ese momento es de los mejores que he vivido en mi vida. Era consciente de ello y me decía a mí misma: "Tengo que disfrutar las casi tres horas de espectáculo". Pero este tipo de giras es temporal. Lo ideal sería estar viviendo de la música de una forma continua. Que terminara una gira y empezara en otra y a nivel económico pudiera vivir de ello.

O sea, que sin pagar entrada eras la que más disfrutabas de todos

¡Sí sí!. Bueno, yo y mis compañeros. Al final terminábamos cantando las canciones. Técnicamente no podíamos porque debemos mantener un poco la compostura. Nos decíamos entre nosotros "que se escucha por el micro" (Aida sonríe). Con la canción de Santa Lucía (Aida se emociona al recordarlo) hasta bailábamos en la silla. Ese recuerdo que tengo de saber que he estado con los más grandes de España llena y siempre he dado las gracias por todo lo que he recibido.