MURCIA. Botes de pinturas, aerosoles y escaleras en las puertas de una decena de comercios llamaban la atención de los transeúntes estos días pasados en el murciano barrio de Santa Eulalia. Jóvenes artistas y grafiteros convirtieron las persianas de estos locales en sus particulares lienzos y en el soporte en el que dar rienda a su creatividad. Eran los participantes de la segunda fase del concurso Un comercio con arte, convocado por la Asociación de Comerciantes de Santa Eulalia para poner ‘guapo’ el barrio. En realidad, para ponerlo aún más guapo, porque estas obras de arte urbano se suman a otras muchas que se pueden encontrar en una de las zonas más castiza, con más actividad cultural, más bohemia y con más personalidad de Murcia. No en vano, muchos consideran que es el ‘Malasaña murciano’.
Las calles de Santa Eulalia son un ejemplo de cómo el arte urbano dejó de ser ya hace tiempo una actividad clandestina, para ser reconocida por instituciones y asociaciones vecinales como una fórmula de embellecer y dotar de esencia determinadas zonas de las ciudades. Así lo sostiene el presidente de la Asociación de Comerciantes de Santa Eulalia, Antonio García-Melgares, quien recuerda que “esta convocatoria es consecuencia del proyecto Murcia ADN-Urbano”, con el que desde el Ayuntamiento se ha querido acentuar el carácter castizo y bohemio de este vecindario murciano.
Igualmente, García-Melgares, propietario de la papelería Rambla, explica que el objetivo de este concurso es que los murales y grafitis, además de hacer alusión a la actividad de cada negocio, guarden relación con el comercio responsable y el desarrollo sostenible, uno de los compromisos con los que se ha identificado este barrio. De hecho, esta acción forma parte de la iniciativa de la ACBSE para la difusión y concienciación ciudadana en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
El presidente de la Asociación de Comerciantes apunta que en total se han realizado una quincena de murales y paneles entre las dos fases del concurso. En la última convocatoria, los artistas murcianos han dejado su firma en diez comercios: la relojería Tokio, la mercería Azabache, Santa Chalada, la papelería Rambla, Detalles y Eventos, Muebles Numancia, Tostadero Solano, la peluquería Amelie, Cucú Bar y la tintorería La Japonesa. Se suman así a los trabajos que se hicieron en la primera fase y a muchos locales de la zona que también cuentan con murales artísticos gestionados de forma particular, como es el caso, por ejemplo, del bar La Libélula y otros muchos.
Entre los artistas que han participado en esta segunda fase del concurso de murales y grafitis se encuentran José María Calima, Alicia García, Sr. Kruel, María A. Jiménez (Rata Satán), Javier Tejero, Carlos Salinas, Annie Sanz, Borja Torres, Silvia Viñao y Marcos Rodríguez. Vecinos y viandante disfrutaron de verlos pintar en vivo unas obras que a partir de ahora han pasado a formar parte del paisaje de Santa Eulalia. Una pena, no obstante, y según informa el presidente de la Asociación de Comerciantes, que se haya producido un acto vandálico en uno de los murales por un grafitero que no ha respetado la obra de un compañero.
Con actividades como este concurso, los comerciantes de Santa Eulalia quieren promover y difundir los valores intrínsecos de un barrio que, según recuerdan, “ha sido durante los últimos 200 años la cuna de artistas murcianos. Por sus calles y locales han vivido, trabajado y transitado, las figuras más representativas de las artes plásticas, pintura, escultura, fotografía, literatura y carrocistas de la ciudad”. Añaden que “el ambiente familiar y acogedor de la población del barrio, se ha mezclado con el más bohemio de lo artístico. Todo ello ha calado y permanecido en su atmósfera y en el trato de sus gentes”.