MURCIA. Las escuelas infantiles privadas y guarderías de la Región cuentan desde el pasado viernes con una guía de recomendaciones para su reapertura durante la desescalada, elaborada por la Comunidad con directrices de Salud, entre las que se encuentra la reducción de la ratio a cinco niños por aula. Se trata de una serie recomendaciones pero no de un protocolo, como pedía el sector, por lo que no tienen carácter normativo ni son de obligado cumplimiento.
"Hay un cierto limbo. No es un protocolo, no te impiden abrir y te dan unas recomendaciones para que empieces. Pero es prácticamente imposible cumplirlo porque no da viabilidad económica a las escuelas infantiles", asegura Juan Antonio Pedreño, presidente de Ucoerm, la Unión de Cooperativas de Enseñanza de la Región de Murcia. "La ratio es de cinco niños, ha bajado un 75%, y las distancias de seguridad entre niños pequeños son muy difíciles de guardar".
Desde la Consejería de Educación defienden que es el Ministerio de Sanidad el que debe elaborar el protocolo y que las escuelas privadas no son de su competencia, ya que cuando una empresa privada quiere abrir un centro educativo la Consejería certifica dos cosas: que cumple técnicamente el edificio e infraestructura y con los estándares curriculares. Así, señalan, su papel se ha limitado a hacer llegar a los centros que lo han solicitado las recomendaciones elaboradas por la Consejería de Salud.
A pesar de que desde la fase 2 ya se podían reabrir los centros educativos, el Gobierno regional decidió mantener los públicos cerrados hasta septiembre y solicitó al Ministerio que le permitiera no autorizar la apertura de los privados. Sin embargo, ante la negativa del Gobierno central han acometido la elaboración de las recomendaciones para estos centros aunque, señalan desde la Consejería de Educación, "es el ministerio el que debe realizar el protocolo como lo ha hecho para regular el resto de los sectores".
Pedreño, que se reúne con la Comunidad el próximo jueves representando a 160 centros infantiles de la Región, va a solicitar al Gobierno regional medidas de apoyo a un sector que se siente abandonado. "Queremos que los centros que no vayan a abrir puedan seguir con ERTE más allá del 30 de junio, y que la Administración regional ayude con una cantidad económica a los centros porque están sin ingresar desde marzo". Esta cuantía oscilaría entre los 3.000 y los 4.000 euros con el fin de que puedan afrontar los gastos de mantenimiento de locales. Además, también van a solicitar que hagan públicas "cuanto antes" las ratios de cara a la nueva normalidad que, previsiblemente, comenzará a partir del 21 de junio cuando acabe la fase 3, con el fin de que los centros puedan organizar mejor su adaptación.
La guía de recomendaciones señala que todas las guarderías, escuelas infantiles y centros de atención a la infancia de la Región deben tener un plan de contingencia específico que recoja las medidas de prevención y protección necesarias, orientado a la disminución del riesgo de transmisión de infección por covid-19 tanto en niños como en trabajadores de dichos centros.
Entre las recomendaciones, indican limitar los grupos a un cuidador por cada 5 niños y clase, y que las actividades colectivas sean independientes en cada grupo. Además, los grupos deben ser siempre los mismos para facilitar la identificación de contactos posibles en caso de que haya un contagio. Los profesores deben disponer del adecuado equipo de protección en el contacto directo con cada niño. Tras cada actividad, deben ser limpiadas las áreas comunes y desinfectadas conforme las pautas establecidas.
En cuanto a la distancia de seguridad en las aulas, se recomienda que sea de 3,5/ 4 metros cuadrados. Pueden señalarse en el suelo cuadrados o círculos para facilitar al niño su cumplimiento. "Si bien no se espera que los niños y el personal dentro de un grupo se mantengan separados por dos metros, es importante que los entornos consideren cómo pueden reducir el contacto entre grupos de niños y personal en la medida de lo posible", indican.
También señalan que a pesar de que en la práctica es complicado que los menores de 5 años usen adecuadamente la mascarilla, "hay que intentar implantar la cultura de la protección y que vayan aprendiendo a usarla sin forzar, ni castigar".
En cuanto a los síntomas relacionados con la covid-19, se debe restringir la entrada a todo aquel que presente fiebre o tos, u otros síntomas compatibles y cualquier incidencia en el estado de salud de niños o trabajadores debe ser comunicado inmediatamente a los profesionales sanitarios y la dirección del centro.
Además, destacan que si un niño tiene síntomas de coronavirus, o si hay alguien en su hogar que lo tiene, no debe asistir al entorno "bajo ninguna circunstancia". Así mismo no deben haber estado en contacto estrecho reciente (últimos catorce días) con ningún contagiado de covid-19.
Cualquier persona que comience a mostrar síntomas mientras esté en el entorno debe ser enviada a casa de inmediato. Si el niño o el miembro del personal da negativo en las pruebas realizadas, pueden regresar a la escuela tras la aprobación médica o de Prevención de Riesgos Laborales, pero si da positivo, el resto de su grupo inmediato dentro de su entorno debe ser enviado a casa y permanecer en cuarentena durante 14 días.
En la entrada del centro deberá haber un sitio fácilmente accesible donde realizar la higiene de manos con agua, jabón preferentemente y papel desechable o, en su defecto y manteniendo todas las precauciones de reducción de riesgos.
Los niños deben llevar un calzado para utilizar exclusivamente en las instalaciones, esta medida se tendrá en cuenta en los niños de 3 años y menos. Se evitará entren con zapatos de la calle más allá de la zona de recepción, que será limpiada y desinfectada con la frecuencia requerida.
