CARTAGENA. Cuenta el cartagenero Alejandro Hermosilla que su cuarta novela, Un reino oscuro, nació de un sueño, de una discusión en Facebook sobre la monarquía y de sus inviernos en La Manga del Mar Menor, donde reside todo el año (excepto en agosto, que huye). Y es que, cuando este enclave turístico se vacía de veraneantes, "es habitual encontrar gente que te cuenta su vida o te narra las historias más excéntricas". Y de ahí nacen, de alguna manera, los extensos monólogos de los protagonistas de esta novela publicada por la editorial Jekyll & Jill, que ya se puede encontrar en "las librerías de confianza". Así lo anuncia el autor, quien estará el 15 de diciembre en la librería Traperos de Murcia (19.30 horas) y próximamente en Cartagena.
Un reino oscuro pretende ser, según describe Alejandro Hermosilla, "un reflejo del mundo esquizofrénico y perverso que hemos forjado". "Miles de ciudadanos se encuentran aislados en medio de ciudades, pensando y hablando solo de sí mismos; es un mundo habitado por individuos que viven en constante tensión, en un mundo del revés", apunta el escritor cartagenero, quien asegura que "necesita escribir, porque si no me volvería loco".
Para ello, ha compuesto una novela parecida a "un fresco expresionista" que refleja tanto la esquizofrenia del mundo contemporáneo como las dos grandes pandemias que lo asolan -soledad y egoísmo-, que se extienden actualmente por los países occidentales. A su vez, realiza un análisis sobre el estado del arte, la poesía y la cultura tras el que se perciben ecos de la obra de Nikolái Gógol, Franz Kafka, Thomas Bernhard... y hasta de la serie Juego de tronos.
Fruto precisamente de esa influencia kafkiana es la atmósfera onírica de la novela, en la que no se precisa la época (puede que sea el siglo XIX) ni el lugar (aunque el autor deja claro que habla de Occidente). La trama cuenta como dos arquitectos (padre e hijo) se adentran un par de veces al mes en los oscuros bosques que hay a las afueras de su ciudad para supervisar las reformas y obras que dirigen en las mansiones y palacios de un paisajista, un duque, un pianista y un escritor. Estos personajes "se encuentran desequilibrados y un tanto trastornados, obsesionados con diferentes temas como el arte, el ocaso del mundo, su administrador, su jardinero... y todos con el rey del mundo en el que habitan". Además, al final de cada episodios se incluyen historias imaginarias y reales protagonizadas por reyes, que se entrelazan con los discursos de los personajes.
Un reino oscuro termina siendo, como describe su autor, "una airada y lúcida disquisición sobre la monarquía, la libertad y los límites del poder".
Alejandro Hermosilla está influido por la literatura de Thomas Bernhard, Salvador Elizondo, Antonin Artaud, Georges Bataille y Lautreamont, "porque el arte literario es, ante todo, un estilo de vida para mí. Un soplo místico. Y para estos escritores, sus libros eran sus riñones e hígado. Un miembro más de su cuerpo sin el que no podían respirar".
También es autor de los libros Martillo (Balduque, 2014), Bruja (Balduque, 2016) y El jardinero (JekyllandJill, 2018).
El autor de Fuente Librilla retrata con humor la vuelta de un treintañero bigotudo y escuálido a su pueblo en el interior de la Región