MURCIA. El turismo rural se convirtió en uno de los primeros refugios para disfrutar de las vacaciones cuando las vacunas aún estaban lejanas y la pandemia ya había causado sus primeros estragos. Desde entonces, esta forma de viajar se ha mantenido al alza, con una afluencia de viajeros cada vez superior, pese a que no se han logrado recuperar el récord de plazas alcanzado antes de la covid.
Y es que en febrero de 2020 la cantidad de plazas disponibles llegaba a las 2.598, un número que descendió drásticamente en la época del confinamiento pero que no tardó en recuperarse con la llegada del verano, pues ya en julio se registraban más de 2.200, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Sin embargo, la escalada a partir de aquel momento se vio ralentizada, y se cerró el año con 2.136. Tampoco la llegada del 2021 fue capaz de recuperar la cantidad de tiempos pasados, pues el punto álgido se alcanzó en el mes de septiembre con 2.372 plazas en total, 200 por detrás de la cifra que se marcaba antes de la pandemia.
No obstante, el número de establecimientos abiertos sí había conseguido recuperar la fuerza de antaño, pues si febrero de 2020 aún ostenta el récord con 168 en total el ya mencionado mes de septiembre de 2021 estuvo cerca al sumar hasta 167. Al final del ejercicio este número bajó hasta los 140.
Esta tendencia se produce pese a que la demanda sí ha ido en aumento, pues se alcanzaron los 40.836 viajeros en el acumulado del 2021, hasta un 30% más que en el año anterior, cuando esta cifra no pudo superar los 29.853 tras los meses en blanco del confinamiento.
En cualquier caso, el boom de aquel verano sí se hace reflejar en las estadísticas, pues los meses de julio y agosto suman un 11.916 turistas en este tipo de alojamientos. Por su parte, el verano de 2021 se queda a las puertas de esta cifra, con 11.286 en total.