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el gato en la talega / OPINIÓN

Turismo científico y Mar Menor

19/07/2022 - 

MURCIA. A veces se desarrollan acciones positivas para una causa que lo son sin saberlo de antemano. Sucede porque cuando las acciones surgieron la causa latía sin que se le prestase la debida atención. Afortunadamente, estas actuaciones son tan buenas que poseen el don de estar aliadas con el tiempo, tanto como el conocimiento que las motiva.

La pasada semana se desarrolló en el Hotel 525 de Los Alcázares la acción formativa y divulgativa que lleva a cabo el curso Advanced Therapies: Scientific Basis and Clinical Use, décimo sexta edición, enmarcado en los curos de verano de la Universidad Internacional del Mar de la Universidad de Murcia en colaboración con el Instituto de Salud Carlos III (Ricors TeraV) y la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH). Su carácter internacional lo enriquece de tal modo que colaboran la Universidad Euro-Mediterránea y el Campus Mare Nostrum. Cinco días de sesiones mañana y tarde de una calidad extraordinaria en una iniciativa consolidada dirigida por profesores doctores de la investigación médica de prestigio internacional unidos en la Red Española de Terapias Avanzadas (TERAV) que no cesa de engrandecer la ciencia con calidad humana. La participación es brutal y la organización funciona como un reloj, sin perder ni la educación ni la sonrisa.

"¿Se imaginan un Mar Menor y sus poblaciones como potencia turística en visitantes que unen conocimiento específico al de la sociedad y el enclave en el que lo comparten?"

Tuve el honor de ser invitada por el profesor José María Moraleda en la parte social del curso gracias a la sugerencia de un amigo común, el profesor José Sebastián Carrión, ambos con una visión en red y en contexto del avance del conocimiento, única. Así pude compartir a escasos metros de su orilla, la historia del Mar Menor. El contenido del curso es épico, porque a la batalla contra la enfermedad desde su base, se une una visión social y también ambiental de 360 grados. En el transcurso de mi experiencia compartida fuimos conscientes de la importancia que esta acción de intercambio de conocimiento especializado tiene sobre la sociedad y el enclave en el que se desarrolla. El Hotel 525 es un lugar con personalidad propia e identidad que sobresale como apuesta hotelera de primer nivel en muchos kilómetros en derredor. Inmaculada, su propietaria, se acercó para saludarme. Es una mujer de sentimiento marmenorense más allá de lo escrito, porque lleva con ella lo vivido y lo sentido. El enclave es inmejorable y de calidad, además de innovador, desarrollando un gran trabajo dentro del sector hotelero en esta zona nuestra, tan castigada.

El caso es que, ya puesta en modo Mar Menor, uniendo ambas cosas, pienso que nos encontramos con el mejor turismo MICE (Meeting, Incentives, Conferencing y Exhibitions) basado en reuniones, incentivos, conferencias y exposiciones de calidad y que, más allá de las largas e intensas jornadas de trabajo, suma un ocio y una cultura vinculados a la zona. Esta es una fortísima apuesta por la desestacionalización que ayuda a generar empleo y posicionar el destino elegido. En términos económicos según el Spain Convention Bureau, el MICE genera 7.000 millones de euros anuales en España y en una comparativa establece, sin desmerecer a nadie, que mientras el turista de sol y playa gasta una media diaria de 146 euros, el de trabajo invierte hasta 206 euros diarios, generando un 30% más de ingresos. ¿Se imaginan un Mar Menor y sus poblaciones como potencia turística en este tipo de visitantes que unen conocimiento específico al de la sociedad y el enclave en el que lo comparten?

Por mi experiencia como investigadora creo que los congresos, cursos o jornadas que impliquen un programa con estancia de algunos días son una inyección de vitalidad para la zona. Independientemente de la transferencia de conocimiento entre participantes, hay un complemento que son las actividades paralelas en el enclave capaz de fomentar sinergias extraordinarias. La posibilidad de dedicar las escasas horas libres a conocer la zona o disfrutar en sus establecimientos, calles, museos, es una forma de turismo de muchísimo interés que actúa a largo plazo como retroalimentación. Poseemos una zona con benignidad climática con un ecosistema al que ayudar. Y también a sus personas. Este tipo de turismo respetuoso con el entorno, con alta capacidad de escucha, observador e implicado en la búsqueda de soluciones a los diferentes retos planteados en el desarrollo de la vida, es una inversión de futuro.

Dieciséis ediciones de expertos mundiales en terapia celular se han dado cita en Los Alcázares estos años, ni más ni menos. Como dijo Pepe en su charla, la capacidad de asombro es imprescindible y muchas veces está en tu propia casa. El Mar Menor y sus personas, la ciencia y sus personas, ciencia y ecosistema maltratado conectadas con el lenguaje de la verdad hacen que las personas veamos que el faro, que creíamos gastado por el temporal de la sinrazón, sigue iluminando el camino.

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