Los secretos de la cocina de la Región: atrévete con estos platos del recetario de tu abuela

MURCIA. Desde pasteles salados a tortas dulces de origen árabe. Estas son las recetas únicas y originales que quizás no hayas probado, ya que son de diferentes municipios de la Región entre las que destacan Yecla, Jumilla, Cartagena, Totana y Molina de Segura.

1. Pastel de Cierva 

Además del famoso pastel de carne, está el pastel de Cierva. Una receta que apareció a finales del XIX en la costa del Mar Menor, donde es más conocida en el municipio de San Javier.

Tiene ese nombre por el político murciano Juan de la Cierva que quedó deslumbrado al probarlo en una comida a finales del siglo XIX. El pastel de Cierva consta de manteca de cerdo, pollo cocido, azúcar, huevos, harina, ralladura de limón y sal.

Aunque fue elaborado en la costa, hoy en día, se venden por toda la Región en diferentes tamaños. 

2. Pan Bendito

Este pan se suele comer en Yecla durante la festividad de San Blas, acompañado de chocolate caliente o solo. Se cuenta que si está bendecido se le atribuyen poderes curativos para sanar gargantas acatarradas. 

También se elabora el día de San Antón, el 17 de enero, en el que se llevan los animales a ser bendecidos junto con este bollo y, según la tradición, se repartirá después entre los familiares y los asistentes a la festividad.

Los panes benditos consisten en un pan sobado y amasado con azúcar, anís, agua, zumo de naranja, ralladura de limón y harina. Destacan por sus orinales formas de flores y animales y por su gran tamaño.

3. Mantellina

La mantellina es tradicional en las fiestas patronales de Totana y Navidad, aunque se toma en toda la comunidad. Es una bebida dulce que ha sido elaborada por hombres durante muchos años, quizá por tratarse de una bebida alcohólica. La realizan de forma artesanal los propietarios de bodegas. 

Durante la Romería de Santa Eulalia es habitual encontrar romeros que beben la mantellina, de modo que está presente en las casas totaneras consumiéndose junto a los dulces navideños, e incluso en algunos bares de la localidad la elaboran en sus bodegas y la venden al público.

Está hecha a partir de vino dulce, normalmente mistela o moscatel, anís seco, miel, agua y zumo de limón y se suele tomar bien fría.

4. Empanadas de patata

Esta receta es típica de Jumilla, aunque también se come en Yecla. Durante la Semana Santa, sobre todo, en Cuaresma se suelen comprar y se acompañan de habas y bacalao salado.

Las empanadas pueden aguantar varios días, es por eso que en los días de Semana Santa no falta en ninguna casa jumillana. Ahora por el ritmo de vida se suele comprar, pero hasta hace unos años se solían preparar de forma artesanal en las casas y se cocían en los hornos de confianza.

La masa se hace con harina de trigo, agua, aceite de oliva y sal, mientras que el relleno lleva patatas fritas cortadas al estilo de la tortilla de patatas, piñones, perejil, atún, huevos y pimiento rojo.

5. Tortas escaldadas

Pueden parecer unas galletas o pastas normales, pero estas tortas cartageneras están hechas con una de las recetas tradicionales de herencia árabe con base de aceite de oliva y la presencia de frutas o frutos secos.

El nombre también lo encontramos en dulces de otras regiones y puede aparecer con recetas diferentes, que como siempre es parte del encanto de estas elaboraciones cuyo origen se pierde en el tiempo. 

La receta del delicioso dulce tradicional de Cartagena que se prepara en Navidad contiene: ralladura de naranja, zumo de naranja, aceite de oliva, anís dulce, harina, azúcar, levadura, anís en grano, piñones, huevos y frutos secos como las almendras.

6. Tortas de conde o de 'recao'

El nombre de tortas de Conde tiene su origen en Molina de Segura debido a los Condes Heredia Spínola que durante el siglo XVII eran propietarios de numerosas tierras de la zona. En cuanto al nombre de tortas de 'recao', se le otorgó porque se realizaban por encargo (por recado).

Son una de las recetas más populares y más típicas de la Región, que muchas familias siguen elaborando su propia receta, que pasa de generación en generación casi como un ritual. 

Están hechas con la piel del limón, zumo de naranja, anís dulce, azúcar, miel, aceite de oliva, harina y, no pueden faltar, las almendras.