CARTAGENA. Santiago del Álamo ha dado el paso natural, por otro lado, que todos esperábamos: MC Cartagena es su destino. Este activista, comprometido con su tierra y sus raíces, formará parte de las listas del partido cartagenerista, probablemente para la Asamblea Regional, tal y como él mismo deja entrever en las redes sociales.
Trabaja en el Centro Europeo de Empresas e Innovación de Cartagena, pero hace muchas más cosas en su tiempo libre: es representante de la asociación CreeCT, activista, naturalista y además, miembro activo de la nueva Alianza del Campo de Cartagena para la Ordenación de Instalaciones Fotovoltaicas. Como él mismo se define, interesado en "todo conocimiento, tecnología o proceso que esté relacionado con la innovación, la economía circular que impulsa el cambio para la mejora social, la lucha contra el cambio climático y contra la deshumanización de las estructuras en las empresas y organizaciones".
Con @al_Qartayanni y @Santiagodelalam reforzamos los cimientos de nuestro compromiso con el futuro.
— José López Martínez (@pepelopezct) April 15, 2023
Quienes quieren a #Cartagena eligen @MCdeCartagena ???????? https://t.co/wedaCm4pX8
Además de todo eso, Del Álamo es un firme defensor de Cartagena, su pasado, su presente y, sobre todo, su futuro, y no duda en denunciar, como buen agitador que es y sin pelos en la lengua, todo aquello que él considera que atenta contra la Comarca y su desarrollo, tanto económico como social.
"Es una decisión pensada, argumentada y muy bien decidida", explica el propio Del Álamo a Cartagena Plaza, quien añade que se siente muy satisfecho tomando esta decisión "porque defiendo mis principios que apremian en estas elecciones, que es el cartagenerismo, sobre todo".
Por su parte, José María García Hernández, es uno de los miembros históricos del colectivo Galactyco, asociación LGTB de Cartagena, de la que fue presidente durante muchos años, aunque ahora ocupa el cargo vocal de comunicación. Padre de dos hijos, diplomado en magisterio y casado. " El activismo es algo que se hace porque se cree en ello. Y no son necesarias palmaditas en la espalda. Pero la sensación de predicar en el desierto ha desparecido. Ahora son muchas las personas, sobre todo LGTBI que te paran por la calle o te escriben por rrss agradeciendo tu labor activista", escribía José María en un artículo de opinión.